_
_
_
_
_

El Plan de Paz incluye el “suelo ético” en su versión definitiva

El documento, presentado por Jonan Fernández, recoge también una "valoración expresa" del daño causado por la violencia de ETA

Mikel Ormazabal
Jonan Fernández, durante la presentación en San Sebastián del Plan de Paz del Gobierno vasco.
Jonan Fernández, durante la presentación en San Sebastián del Plan de Paz del Gobierno vasco.javier hernández

El secretario de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, ha presentado esta mañana la versión definitiva del Plan de Paz, en la que se recoge un preámbulo de nueva redacción que incluye el acuerdo de mínimos entre partidos denominado "suelo ético", e introduce un total de 27 enmiendas puntuales que modifican aspectos del borrador inicial para incorporar a los huidos de ETA y crear un organismo independiente para estudiar los casos de torturas.

Con la inclusión de las 28 aportaciones realizadas por partidos políticos y colectivos sociales, el nuevo Plan de Paz, que será aprobado por el Consejo de Gobierno el próximo martes, se configura como un "punto de partida" y la "hoja de ruta" para que las distintas sensibilidades políticas "puedan alcanzar unos mínimos de acuerdo" sobre la posición ante el final de ETA, el relato del pasado, el tratamiento de las vulneraciones de derechos humanos o la construcción del futuro.

En uno de los apartados, el nuevo documento señala que la violencia de ETA "merece una valoración expresa de su injusticia" por "su dimensión y significación", y especialmente por "el daño causado a las víctimas y sus familias". Aunque el texto aboga por un "tratamiento integral" de todas las vulneraciones de derechos humanos, incluidas las cometidas por las Fuerzas de Seguridad, por el Estado o grupos parapoliciales y de extrema derecha, hace una mención más contundente del terrorismo de ETA "por su prolongación en el tiempo, "por su intencionalidad de imposición política!", "por perpetuarse después de la transición y de la amnistía general", "por el acompañamiento sociopolítico con el que ha contado" y sobre todo "por la gravedad e intensidad del balance de daños humanos e irreparables producido".

El Plan de Paz también reclama la disolución de ETA "sin condicionamientos", cuyo primer paso sería un desarme y desmantelamiento "ordenado, seguro y definitivo". Fernández ha explicado que el texto  renuncia a "imponer" un relato de lo ocurrido, sino que únicamente pretende "contribuir a una narrativa crítica del pasado".

También suprime elementos polémicos con el fin de "buscar el consenso" político, como es el caso de la propuesta de ubicación en Gernika del futuro Instituto de la Memoria, y retoca el capítulo dedicado a la Ertzaintza, para que "quede claro que se trata de un programa de continuidad del compromiso" de este cuerpo policial "con los derechos humanos y la convivencia", ha justificado el secretario de Paz.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_