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Urkullu ve en la apuesta de Sortu por HB un ataque a su idea de convivencia

Ugarteburu precisa que Arraiz solo se refirió al papel ‘abertzale’ en la Transición

Iñigo Urkullu ha elevado a categoría institucional la polémica entre partidos suscitada a raíz del reconocimiento que el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, hizo el pasado lunes, durante un acto interno de su formación, hacia la apuesta política de Herri Batasuna (HB) en los últimos 35 años. El lehendakari ha terciado este miércoles, durante una visita a la sede de Euskaltzaindia, para situarse lejos del cruce de valoraciones entre los partidos e incluso alguna asociación de víctimas y hacerlo desde una posición de defensa de los principios de paz y convivencia que ha visto despreciados por el análisis de Arraiz.

Con su incorporación al debate, Urkullu, exigente con Arraiz para que precise el contenido de sus palabras, habilitó de inmediato a Sortu para elevar el tiro de su defensa, una opción que el nuevo partido soberanista aprovechó de inmediato horas después. En puertas del segundo acto del día tributado en Bilbao como recuerdo a los dirigentes abertzales asesinados Santi Brouard y Josu Muguruza, Maribi Ugarteburu ha respondido al lehendakari al asegurar que cuando Arraiz habló de negarse a “rechazar ni revisar nada” se refería a la decisión de HB “de no aceptar la Transición”.

Ugarteburu ha presentado “palabra por palabra” lo dicho por el presidente de su partido, dejando claro, aseguró, que “no hay ninguna mención a lo que luego en ciertos titulares hemos visto”. La portavoz abertzale ha destacado que la apuesta de HB de no formar parte de la Transición se muestra “hoy más que nunca acertada”. Siguiendo esta referencia histórica, ha añadido: “no estamos dispuestos a rechazar ni a revisar nada de aquello y reivindicamos, con todos nuestros errores, lo que fuimos y lo que somos, y lo que hemos hecho y lo que hacemos”, añadió.

No hay ninguna mención a lo que hemos visto en ciertos titulares”, dice Ugarteburu

A partir de estas precisiones de Ugarteburu se abre un nuevo capítulo de interpretaciones en un clima, sin embargo, demasiado enrarecido y que coincide con un momento de especial tensión en cuestiones relativas a la paz y la convivencia. Consciente de este contexto, el lehendakari ha entendido que sus principios le obligaban a un posicionamiento público. Inicialmente, en su entorno se valoró, incluso, la posibilidad de una respuesta inmediata por medio de las redes sociales siempre sobre la idea compartida de que el alcance de las palabras de Arraiz merecían una respuesta, exigiendo, de entrada, que aclarara la posición política de Sortu.

Una vez que el tema no surgió durante la semanal comparecencia del portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, el lehendakari entendió que ya era el momento de terciar. Más allá de las precisiones de Ugarteburu, en Lehendakaritza hay contrariedad por este incidente ya que dificulta la aproximación que Urkullu pretende como común denominador entre las formaciones en materia del nuevo tiempo sin violencia. El lehendakari sigue fiel a su exigencia de que para trabajar por la convivencia hay que “hacer una lectura autocrítica del pasado por parte de todos” y en especial “por parte de ETA y de una organización política que sea con las siglas que fuere, pudo incluso justificar la violencia en el pasado”.

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Evidentemente, Arraiz estuvo muy lejos de cumplir este deseo de Urkullu. Con su exigencia al presidente de Sortu para que aclare su posición, Urkullu marca el límite de su intervención porque huye del debate abierto entre partidos. “El lehendakari responde a sus principios y entiende que es una cuestión básica para su idea de la paz y la convivencia”, han admitido este miércoles medios del Gobierno vasco. Eso sí, recordó a la izquierda abertzale que “debe a la sociedad vasca una autocrítica” del pasado.

El 'lehendakari' ve cómo la izquierda abertzale no hace autocrítica del pasado

En Sortu, a su vez, hay malestar por el alcance de esta polémica que se ha ido ensanchando. Desde una posición oficial dentro de la coalición EH Bildu se habló de ayer de que el debate “es interesado”, como apuntó Pello Urizar (EA) en Radio Popular, pero no se oculta el desgaste que supondrá ante un tema especialmente vidrioso y que podría complicar las posiciones abertzales en los debates venideros sobre el futuro de la paz.

Sortu ha comprobado que las reacciones del resto de partidos, sin excepción, han sido muy críticas hacia Arraiz y que la ausencia de una clarificación precisa por su parte y no de Ugarteburu no rebaja las dudas que se han instalado en base al contenido de las informaciones periodísticas. En su defensa, Sortu les ha afeado incluso que su posicionamiento se guiara exclusivamente por unas informaciones que entiende tergiversadas. No obstante, la bola de nieve sigue rodando y así UPyD ha dirigido una pregunta de su portavoz, Rosa Díez, al Gobierno central para que considere si debe instar al Ministerio Fiscal a iniciar el proceso de ilegalización de Sortu y EH Bildu. A su vez, el colectivo de víctimas Covite denunció ayer ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, a Hasier Arraiz.

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