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Desalojo en la guardería

Desahuciado por una deuda de 85.000 euros un jardín de infancia del Eixample El inmueble pertenece a la familia Valderrama, promotora del Hotel del Palau

La guardería Les Petites Marietes desahuciada por una deuda de 85.000 euros.
La guardería Les Petites Marietes desahuciada por una deuda de 85.000 euros.CONSUELO BAUTISTA

Marcelo ayuda a su hija Lucía de dos años a recoger sus enseres: una bata, una colchoneta roja y los dibujos borroneados durante los meses que ha ido a la guardería Les petites marietes en el Eixample barcelonés. Ni Lucía, ni sus 43 compañeros volverán el lunes a este jardín de infancia. Ayer por la tarde, después de salir los pequeños, echó el candado definitivamente, tras de tres años de existencia. La guardería, de titularidad privada, ha sido desahuciada por la deuda de 85.000 euros de alquileres impagados, después de la denuncia interpuesta por los propietarios la empresa Electroclimava S.L.

“Esto no se puede permitir. Las Administraciones, como la Generalitat debían haber intervenido”, se quejaba Marcelo ante la puerta de la guardería. Le tranquiliza saber que su hija es demasiado pequeña para ser consciente de lo que pasa y ya ha encontrado una nueva guardería —muy cercana, en la que se han recolocado la mayoría de niños—, pero se queja de los gastos adicionales que el cambio les comportará. “Cambia la bata, la colchoneta... todo el material, vaya”, lamenta. “Aquí ya hemos pagado todo el mes y la nueva guardería también nos hace abonar la cuota entera”, añade Montse Albiol, otra madre.

“Con los 64 niños que había el año pasado la guardería era viable”, defiende el abogado del centro

La enorme deuda que ha llevado al cierre del centro se empezó a generar el año pasado. A la guardería se le hacía inasumible hacer frente mes a mes a 10.000 euros de alquiler del local de 400 metros cuadrados y un patio de 500, ubicado en la calle Rosselló. Dejaron de pagar varias de las mensualidades. “Se hizo un trabajo titánico para cuadrar las cuentas y se priorizaba el pago de las nóminas de las profesoras y de los proveedores, como la empresa del comedor”, explica Albert Requena, abogado de los responsables del jardín de infancia. Ambas partes llegaron a un acuerdo para rebajar el alquiler hasta los 6.000 euros, una cifra todavía alta para el centro.

Pero la bola de la deuda se iba haciendo grande y Electroclimava, de la familia Valderrama —promotora del polémico hotel del Palau— , decidió interponer una denuncia. El pasado abril debía ejecutarse un desahucio. “Pero acordamos dejar que el curso se acabara con normalidad y que en julio nos dieran las llaves”, explica Jordi Calvo, abogado del despacho Roca Junyent, que representa a los propietarios.

Los denunciantes, ni tampoco algunos padres, no entienden por qué la guardería decidió admitir a más niños y empezar el actual curso. Pero la guardería, explica su abogado, tenía la esperanza de conseguir un crédito para hacer frente a la deuda, aunque la entidad bancaria finalmente no lo concedió. “Con los 64 niños que había el año pasado la guardería era viable”, defiende Requena. Pero la reducción de niños, hasta los 44 actuales, el no conseguir financiación y el ahogo por las deudas hundió las posibilidades económicas del centro. Los propietarios volvieron a pedir el desahucio. Este finalmente sí se consumó.

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“El desahucio es legal, pero es inmoral”, se queja una madre

“Es una faena, porque ahora el niño se había adaptado. Además el trato de las profesoras era exquisito. Es una pena que no pueda seguir”, aseguraba resignada Gabriela Martínez, ayer por la tarde a la salida, mientras sostenía su hijo Santi de 19 meses. Otros padres no escondían su indignación, algunos incluso contra la propia guardería, ya que no se les comunicó el cierre hasta el miércoles por la noche. “No se ha contado para nada con los padres. De haberlo sabido antes, nos podríamos haber organizado y montar una protesta”, deploró Marcelo.

Otros veían el desalojo como un acto de injusticia social. “El deshaucio es legal, pero es inmoral”, lamentaba Mónica Juan, sin poder contener las lágrimas. Esta madre aplaudió la llegada de la guardería, que ocupa una planta baja “abandonada durante años”. Ahora no entiende qué ganan los propietarios con el desalojo. “El propietario tiene dinero, nadie le quita el pan de la boca. No lo estamos haciendo bien como sociedad”, añadía la madre entre sollozos. Detrás de ella, una fila de pequeños, globo lila en mano y ajenos a la problemática, lanzaban un “adiós”, efusivo al salir.

Guarderías, hoteles y vino

La guardería Les petites marietes decidió hace tres años poner un poco de vida y color en los bajos de un edificio de tonos grises y ensombrecido por un cartel que reclama inquilinos. En el portal, apenas tres o cuatro empresas se han instalado en el inmueble de media docena de plantas. La propietaria de la finca es la empresa Electroclimava S.L., con sede en Viladecans y dedicada a las instalaciones eléctricas y climáticas. Se trata de una empresa familiar, comandada por Manuel Valderrama Blanca y otros parientes cercanos.

Pero no se trata de una pequeña compañía familiar cualquiera, sino que Manuel Valderrama es más conocido por sus negocios como promotor hotelero. Tiene en su haber la cadena Olivia Hotels, que cuenta con un complejo en la céntrica plaza Catalunya de Barcelona y otro en la calle Balmes.

Hace un par de años, Valderrama, como muchos otros, decidieron meter un pie en el sector enológico y lo hizo adaptando su experiencia como hotelero. Así, impulsó el Centro de Turismo Enológico Mas Tinell, que combina un flamante y lujoso hotel en medio de las cavas Mas Tinell, en Vilafranca del Penedès. Pero otros proyectos estrella de Valderrama no acabaron en tan buen puerto. El empresario es conocido por ser también el promotor del Hotel del Palau de la Música, el proyecto fallido del saqueador confeso del Palau, Fèlix Millet.

Valderrama fue señalado en el caso Palau por haber pagado supuestamente 900.000 euros a Millet en forma de comisiones, a cambio de asegurarse la adjudicación de su construcción. Por este motivo, tanto Manuel Valderrama como varios de sus familiares tuvieron que sentarse ante el juez hace un par de años, pero negaron los sobornos.

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