AGE sacrifica uno de sus nueve escaños para salvar su primera crisis
Calviño dejará su acta para dedicarse a investigar en Dinamarca La renuncia permite la entrada de la candidata díscola de EU, que inaugurará el Grupo Mixto
Alternativa Galega de Esquerda (AGE), la alianza entre Anova y Esquerda Unida (EU), sacrificará uno de sus nueve escaños en el Parlamento gallego para superar su primera crisis. Han pasado 22 días desde que David Fernández Calviño, parlamentario de AGE por Anova, anunció que renunciaba a su acta para incorporarse a una plaza de investigador universitario en Dinamarca y su sucesora en las listas, la candidata de EU Carmen Iglesias Sueiro, se negó a cederle el puesto a otro miembro de Anova para mantener el equilibrio de fuerzas en el grupo parlamentario. Los intentos de la dirección de EU para torcer el empeño de su militante y cumplir el pacto con Anova han sido infructuosos, así que Calviño dejará el escaño e Iglesias entrará en la Cámara para integrar en solitario un Grupo Mixto. AGE quedará conformada por cinco diputados de Esquerda Unida y tres de Anova.
Calviño lleva 12 días compaginando su puesto en la Universidad de Copenhague con las labores parlamentarias, una situación que el PP considera un escándalo de grandes proporciones. La portavoz del partido de Feijóo, Paula Prado, ha llegado a afirmar que el comportamiento del parlamentario ourensano y el conflicto de EU con Carmen Iglesias pone fin al “discurso del idealismo” y a las posiciones antisistema de AGE, la formación política a la que las encuestas pronostican un mayor crecimiento. Los populares ven además en este episodio una justificación a la reducción de diputados que pretenden acometer pese al rechazo unánime de la oposición, que vislumbra en la medida una maniobra para dar mayor peso electoral a las circunscripciones donde más votos recogen los conservadores.
Desde que el 22 de octubre pasado Calviño anunció que iba a renunciar a su acta de parlamentario, Carmen Iglesias Sueiro no se ha movido un milímetro de su decisión de ocupar el escaño que, insiste en precisar, le corresponde. “Son los dirigentes quienes quieren jugar con los puestos de la lista, pero ni los militantes, ni mucho menos los votantes, sabíamos cuando nos presentamos a las elecciones que había un pacto que descalificaba por completo las candidaturas”, se ratificó ayer la todavía representante de EU.
El PP utiliza la munición
La negativa de la candidata de Esquerda Unida en Ourense Carmen Iglesias Sueiro a cumplir los pactos que su organización firmó con Anova cuando nació la coalición Alternativa Galega de Esquerda (AGE) ha sido utilizada por el PP como munición contra el único partido de la oposición que crece en las encuestas. El propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, invitó a la prensa hace dos semanas tras una reunión de su Gobierno a dar a conocer “cómo funciona” AGE. “Si la gente supiese cómo funciona esa coalición, cambiaría la imagen que tiene de ella”, afirmó Feijóo.
Desde entonces, el conflicto de Esquerda Unida ha ocupado un lugar destacado en los medios de comunicación públicos y la prensa afín a la Xunta. El PP, entretanto, ha redoblado los ataques en las últimas semanas. El conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, se ha preguntado en su cuenta de Twitter “qué pasaría si el diputado que pretendiese ejercer su condición desde Dinamarca fuese del PP”. “Doble vara de medir”, lamentó el miembro del Gobierno gallego.
Durante el debate ayer sobre la derogación de la ley de aguas que pedía el BNG, el diputado popular Daniel Varela Suanzes ironizó con la factura del agua en Copenhague, donde tiene la plaza de investigador el diputado de Anova. La portavoz del PP, Paula Prado, repitió ayer durante la sesión todo tipo de chanzas en su cuenta de Twitter. “Iniciamos el pleno del Parlamento, llegó el diputado desde Dinamarca (a dos horas de Galicia) pero no el de Brión”, en alusión a Xosé Manuel Beiras. “Pobre Calviño [David Fernández], viene de Danmark para votar y el de Brión [Xosé Manuel Beiras] y la de Ferrol [Yolanda Díaz] no estuvieron en toda la mañana ni se les espera ahora para la votación”.
Prado también sacó fotos con su móvil para ilustrar la camiseta del diputado José Manuel Fajardo con el dibujo de la hoz y el martillo preguntándose si no es “el símbolo de un régimen que mató a millones de personas”.
Iglesias Sueiro, que da por hecha su expulsión de esta organización y se muestra dispuesta a estrenar el Grupo Mixto “y a desempeñar lo mejor que pueda la labor de representación”, asegura que cuando se presentó como número dos de AGE en la provincia de Ourense desconocía el acuerdo entre su partido y Anova para mantener el equilibro de fuerzas en el grupo parlamentario. La líder de EU, Yolanda Díaz, ha afirmado, sin embargo, que Iglesias formaba parte de la comisión que negoció la alianza electoral con el partido de Xosé Manuel Beiras. Iglesias reclamó ayer a Díaz y a Beiras que “pidan perdón a los votantes” por haber suscrito “un pacto oculto que desvirtuaba el sentido de sus votos”.
Beiras, Díaz y Calviño comparecerán juntos hoy por la mañana para explicar las consecuencias de la renuncia de este último. Tanto el líder de Anova como la de EU han afirmado desde el principio que el problema no ha enrarecido el ambiente dentro de la coalición. “Es un problema de EU, pero que no creó EU y que intenta resolver”, señalaba el histórico nacionalista hace solo unos días a este periódico. Fuentes oficiales de Anova declinaron ayer adelantar la renuncia de Calviño, pero avanzaron que el partido “respetará” su “decisión personal”. Anova abordó el pasado fin de semana en su permanente la situación de Calviño y ayer fue el grupo parlmentario de AGE el que hizo lo propio. Según Europa Press, las conclusiones de estos encuentros pasan por que el político ourensano deje de conjugar su escaño con su trabajo en Dinamarca.
Después de siete años impartiendo clases de Ingeniería de Montes en la Universidad de Vigo, Calviño estaba en paro cuando se presentó como cabeza de cartel de AGE en la provincia de Ourense. La plaza a la que se incorporó el pasado 1 de noviembre en la Universidad danesa le permitirá proseguir con sus labores de investigación.
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