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El Gobierno defiende los controles en Gibraltar pese a las quejas por las colas

Los peatones tardan más de tres horas en cruzar la verja por las retenciones

Vehículos y peatones esperan para cruzar la verja de Gibraltar.
Vehículos y peatones esperan para cruzar la verja de Gibraltar.marcos moreno

Los controles aduaneros en la verja que separa La Línea de la Concepción (Cádiz) de Gibraltar continúan siendo exhaustivos. La acción de la Guardia Civil está causando retenciones de más de tres horas para los peatones y de hasta una hora más para los vehículos. La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, que ayer visitó la aduana linense y se reunió con responsables de la Agencia Tributaria y de los Cuerpos de Seguridad del Estado, mostró ayer su comprensión ante esta situación y anunció que “se va a tener una especial sensibilidad, siempre dentro de la normativa comunitaria, con las personas de origen español que trabajan en el Campo de Gibraltar”.

“Los controles en la verja son proporcionales, flexibles, aleatorios y no discriminatorios. Se mantendrán porque están dando buenos resultados en la lucha que España mantiene contra el fraude fiscal y el contrabando de tabaco procedente del Peñón”, defendió Crespo.

La delegada del Gobierno fue increpada e insultada a su llegada y salida de la aduana por un grupo de personas, críticos con las colas que se forman a diario en la verja, que portaban una pancarta en la que se podía leer: “Políticos inhumanos”. Además, representantes de la Asociación Cultural de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg), mostraron su malestar por no haber sido atendidos por Crespo, a la que hicieron entrega de un escrito a través de su jefe de gabinete.

Carmen Crespo promete flexibilidad a los trabajadores españoles

“Nosotros hemos estado siempre a favor de cualquier control en la frontera, de todas las inspecciones que tengan que hacerse, y en contra del tráfico ilícito (si lo hubiera) de cualquier tipo de mercancías o contrabando de tabaco. Lo grave es que, por motivos que tienen que ver con la soberanía y el contencioso contra Gibraltar, los trabajadores españoles, otros trabajadores y transeúntes fronterizos y, en especial, familiares de uno y otro lado, tenemos que soportar las colas exageradas e imprevistas, innecesarias, injustas y caprichosas, con el grave daño que se hace a la economía de Línea y al resto de esta comarca”, dice el documento.

Los trabajadores españoles en Gibraltar insistieron en la necesidad de acabar con los controles en la verja, algo que, de momento, no va a ocurrir, según dijo ayer Crespo, que, no obstante, se comprometió a ser más “sensible” con los trabajadores españoles en Gibraltar.

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“El objetivo es que todo aquel que tenga algo en España pague sus impuestos, porque eso repercutirá en beneficio de la sociedad española”, manifestó la delegada del Gobierno en Andalucía antes de incidir en las cifras que arroja el contrabando de tabaco procedente de Gibraltar. “Las cajetillas que salen de la colonia británica al cabo de un año ascienden a 120 millones y eso genera un movimiento económico de 500 millones de euros. Eso tiene mucho que ver con la economía de nuestro país”, añadió Crespo.

La Iglesia católica ha mediado también en el conflicto y ha pedido al Gobierno de España que acabe con las colas en la aduana. El Obispado de Gibraltar y el Arciprestazgo de La Línea han convocado una oración conjunta para pedir por el final de las colas, a la que están invitados religiosos y fieles de ambos lados de la frontera.

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