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Micromundo sexi

Al actor, que actúa en la obra ‘Doña Perfecta’ en el Teatro María Guerrero, le gusta caminar por encima y por debajo de la ciudad. El metro es uno de los espacios que más le fascinan

Roberto Enríquez, en el teatro María Guerrero.
Roberto Enríquez, en el teatro María Guerrero.Bernardo Pérez

1. Teatro María Guerrero. Es un lugar para mí muy especial porque hace 25 años, cuando era muy jovencito, estrené aquí un Hamlet, con José Carlos Plaza, años más tarde vine a hacer el Infierno, con Tomaz Pandur y ahora, con Ernesto Caballero, he vuelto con Doña Perfecta. Así que este teatro está cargado de mi historia y de mi evolución profesional y personal. Hay muchas cosas que me hacen sentir como en casa (Calle de Tamayo y Baus, 4).

2. Matadero. Este espacio me parece colirio para los ojos. Tienes exposiciones de arte, varias salas donde puedes ver muy buen teatro y después tomarte algo y disfrutar de todo el espacio. Me gusta muchísimo el concepto. A mí para ir me gusta bajarme del metro en Pirámides y darme un paseo por la ribera del Manzanares hasta acabar en el Matadero (Paseo de la Chopera, 14).

3. Las galerías Piquer. Desde mi casa veo buena parte del Rastro y especialmente las galerías Piquer, que me parece un edificio maravilloso con un patio increíble. Además de lo que puedas ver en cada anticuario, el propio espacio me parece precioso (Calle de la Ribera de Curtidores, 29).

Don Perfecto

Roberto Enríquez (Fabero, 1968) es conocido por películas como Azul oscuro casi negro (2005) y aunque también ha hecho televisión (Hospital central o Isabel), es un habitual de las tablas. Hasta el 24 de noviembre actúa en Doña Perfecta.

4. Tabacalera. Es otro espacio imprescindible donde se puede encontrar el arte en estado puro, sin domesticar y una mezcla de gente e inquietudes muy sugerente. Además, al ser un centro cultural autogestionado, está al margen de cualquier orquestación institucional y surge de una manera espontánea (Calle de Embajadores, 53).

5. Lavapiés. Me gusta todo el barrio, disfruto con cada una de sus calles. Es un crisol de culturas, me gusta ver a la gente que vive por ahí y escuchar nuestro idioma con diferentes acentos. Es un sitio al que voy muy a menudo. También me gustan los garitos, los restaurantes donde puedes hacer un viaje culinario por Asia, por América Latina o por África sin moverte de Madrid.

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6. Palacio de Cristal. Me gusta el parque del Retiro pero sobre todo el entorno del Palacio de Cristal. Todo lo que lo rodea parece sacado de un cuento. Los lagos, los riachuelos, todo está diseñado con un gusto exquisito.

7. Metro. Me fascina. Me parece muy teatral. Los pasillos, la gente con la que te cruzas, el olor que tiene tan característico... Es un micromundo que me parece muy sexi. Era de las cosas que más me llamaron la atención cuando llegué a Madrid. Me muevo en metro porque es un transporte rápido y, aunque últimamente ya no es tan fácil calcular los tiempos, me sigue gustando su ambiente.

8. Jardín romántico en la plaza de la Cebada. Perteneció a un palacio que está al lado y ahora es un sitio público. A veces voy a leer allí o a charlar con un amigo, es un lugar ideal.

9. Las Vistillas. Me gusta sobre todo para ir a tomarme un vino por la tarde cuando está cayendo el sol. Es un espectáculo impagable.

10. Museo Reina Sofía. Me gusta para ver las exposiciones del momento pero también para ir a su jardín. Está en el centro del edificio. No es un lugar muy frecuentado. Yo a veces incluso voy allí a memorizar los papeles porque puedo estar muy tranquilo (Calle de Santa Isabel, 52).

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