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Salas de música y museos: “Se alquila”

Los centros culturales de Barcelona aumentan ingresos arrendando espacios

Blanca Cia
Imagen de la sala oval con la cancha de baloncesto instalada por una firma deportiva el año pasado.
Imagen de la sala oval con la cancha de baloncesto instalada por una firma deportiva el año pasado.

Casarse en la sala Millet del Palau de la Música, rodar spots publicitarios de automóviles en el exterior del Auditori, visitas nocturnas privadas en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), rodajes de capítulos de series televisivas en el Teatre Nacional, presentaciones de productos en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA)... La lista de actividades en los espacios que alquilan los centros de cultura de Barcelona es cada vez mayor. Porque cada vez es mayor la necesidad de buscar más fuentes de ingresos cuando las propias —las visitas a los museos y los conciertos de música, por ejemplo— están notando en sus taquillas los recortes que los ciudadanos se autoimponen en tiempos de crisis y los que vienen dados por la caída de las subvenciones públicas.

La actividad de los departamentos de mercadotecnia y comerciales —también los de mecenazgo— está aumentando en los últimos años en los grandes equipamientos culturales de Barcelona. El Auditori lo creó el año pasado para captar clientes para alquilar sus salas. Los resultados son desiguales, pero todos van en tendencia ascendente. El Palau de la Música, por ejemplo, consiguió algo más de dos millones de euros en 2012 —lo que representa un 20% de sus ingresos— por el alquiler de sus salas, el foyer y la placita de acceso. Un total de 65 actos al margen de la programación propia del Palau. “Este año se ha diversificado más el tipo de alquiler porque el de los promotores musicales ha bajado por el efecto de la subida del 21% del IVA. En cambio, aumenta la demanda de empresas que buscan espacios singulares”, explican desde el Palau de la Música. La espectacularidad de todos los espacios del edificio modernista de Domènech i Montaner juega a su favor: por el Palau pasaron en 2012 algo más de 534.000 personas.

En salas de conciertos y museos, la explotación del alquiler de espacios tiene que ser compatible con la actividad propia. El Palau, por ejemplo, no cierra en todo el año —de hecho en agosto dobla el número de visitantes— y concentra los alquileres de los espacios en los días y franjas horarias sin actividad de ensayos y conciertos. Algo parecido ocurre en el Auditori: “El verano pasado se alquilaron parte de las instalaciones a un grupo de danza. Esa es una buena fórmula porque la temporada se acaba prácticamente en junio y las salas podrían dar más juego los meses de julio y agosto”, explica Josep María Amorós, gerente saliente del equipamiento musical. En 2012, el 19% de sus ingresos procedieron del alquiler. En números absolutos, unos 800.000 euros. Presentaciones de empresas, actos de escuelas de negocios y rodajes en el exterior del edificio han sido clientes del Auditori.

El MNAC ingresó en 2012 754.000 euros por alquiler de espacios, lo que supuso un 18% de sus ingresos. Para este año calculan que se pasará de los 900.000 euros. “Tenemos la ventaja de que en el Palau Nacional siempre se han hecho grandes eventos en la sala oval. A esa actividad hemos añadido estos últimos años otros espacios y, sobre todo, exclusividad”, comenta Cristina Arellano, responsable de esa gestión. El año pasado se programaron visitas guiadas por las salas del museo de noche, al cierre de sus puertas. Hasta septiembre de 2012, tuvieron el privilegio —previo pago— de ver las salas en privado 2.600 personas y en el mismo periodo de este año han sido casi 6.000. “Normalmente esas visitas se realizan cuando hay algún congreso importante en la sala oval y es un plus muy bien valorado. Los clientes son en un 80% extranjeros”, añade. La cúpula del MNAC, las terrazas a pie de la explanada frente a la Font Mágica y ahora se sumará la terraza en la cubierta del palacio con una vista panorámica de la ciudad de 360 grados. Uno de los montajes más espectaculares fue el del año pasado de una cancha de básquet.

El qué se quiere organizar también cuenta. “No todo vale. Nos conviene tener ingresos y el alquiler cuenta, pero se mira el tipo de actividad para evitar que se asocie la imagen del museo a algo que consideramos que no es adecuado, por ejemplo marcas comerciales de bebidas o alimentación”, comenta Bel Natividad, directora de marketing del Macba.

El museo ya ha sido solicitado por la organización del Mobile Congress de 2014. Poco a poco los ingresos por esos conceptos están subiendo: en 2011 representaron el 15,85% de los ingresos propios, en 2012 el porcentaje subió al 18,6% —en números absolutos 341.000 euros— y para 2013 la previsión es ir a más.

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La misma tendencia de incrementar el alquiler se da en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC), otro edificio cuya arquitectura se tiene muy en cuenta porque se alquila prácticamente todo: desde los vestíbulos, las propias salas, hasta el jardín. “Tenemos más peticiones de las que se pueden atender porque no pueden interferir en las representaciones”, informan portavoces del TNC. En 2011 se hicieron 20 actos y en lo que va de este año se han realizado 32 actividades ajenas al teatro. Bodas civiles, premios, actos de escuelas, series de televisión… incluso estaba prevista la celebración de un funeral con el cuerpo del finado presente, que no se llegó a realizar.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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