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Los Presupuestos de 2014 caen un 1%, el menor recorte de la etapa de Feijóo

Industria y exportación mejorarán algo el PIB pero apenas se reducirá el paro

Fuente: Xunta de Galicia.
Fuente: Xunta de Galicia.EL PAIS

La Xunta contará el próximo año con 8.391 millones de euros para mantener los servicios públicos gallegos que han sobrevivido a cuatro años consecutivos y acumulados de recortes y para incentivar algo el crecimiento económico. Serán 89 millones menos que los que tuvo este año, un descenso del 1,1% que supone el recorte más suave desde que Alberto Núñez Feijóo se puso en 2009 al frente del Gobierno gallego, cuando las cuentas ascendían a 10.581 millones. En 2014 retrocederán a los niveles anteriores a 2006.

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 Tras aprobar las cuentas en el Consello de la Xunta de ayer, el presidente, como lleva haciendo desde que llegó a San Caetano y comenzaron a caer los Presupuestos, volvió a destacar el peso proporcional que en ellos tendrá el “gasto social”. Según publicita el Gobierno gallego, el próximo año alcanzará el 78% del total, el máximo de la historia de la Autonomía. Pero obvia que buena parte de ese porcentaje se corresponde con los sueldos del personal sanitario y docente así como con gastos fijos que, al reducirse el monto total de los Presupuestos, aumentan su peso relativo pese a que también se hayan visto recortados. Ese supuesto incremento del gasto social es, además, muy limitado, de apenas nueve décimas con respecto al 77,1% de este año.

Feijóo destacó que estas cuentas, “menos restrictivas que las de años anteriores”, permiten iniciar “probablemente una senda tenue, pero una senda de cambio de ritmo en la economía gallega”. De hecho, hace poco más de dos meses, a principios de agosto, la Xunta preveía que el Producto Interior Bruto (PIB) gallego aumentaría en 2014 un 0,6% y el paro se reduciría del actual 22,4% al 22,2%. Así lo aventuró cuando autorizó un techo de gasto para el próximo año de 8.456 millones de euros, 25 menos que este 2013. Pero ayer, pese a que finalmente aprobó unos Presupuestos 65 millones más restrictivos que lo permitido por el techo de gasto, el Gobierno gallego elevó su previsión de crecimiento del PIB al 0,8% (dos décimas más que en agosto) y redujo la del paro al 21,7% (cinco décimas menos). Preguntada por los motivos que la han llevado en apenas dos meses a ser ligeramente más optimista, con cifras que mejoran las estatales, la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, apeló al “mejor comportamiento” que están teniendo en esta parte final del año los indicadores de producción industrial y exportaciones de Galicia.

A la espera de que hoy, con su entrada en el Parlamento, se conozcan las partidas concretas de gasto e inversión de cada consellería y la letra pequeña de las modificaciones fiscales, los datos facilitados ayer por la Xunta revelan pocos cambios con respecto a las cuentas de este año. Los Presupuestos serán 89 millones más reducidos en buena medida por los recortes que el Estado sigue aplicando a la financiación autonómica. Esos ingresos que llegan por la vía de las transferencias corrientes caen en 358 millones, un 15,5%.

A falta de esa financiación, y, según Feijóo, gracias a un mejor control del fraude (50 millones en 2014), se incrementan los impuestos indirectos un 6,4% (189 millones) y los directos un 1,3% (24,8 millones). Esta última cifra revela la escasa repercusión que tendrán en las cuentas públicas los cambios fiscales anunciados en las últimas semanas. La rebaja del tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) supondrá una reducción de ingresos para las arcas públicas de 45 millones de euros, según la estimación ofrecida por la conselleira Muñoz. Y a cambio, el incremento del denominado céntimo sanitario, el impuesto autonómico sobre los carburantes, reportará un aumento de los ingresos autonómicos de 53 millones. El saldo de estas dos grandes medidas será positivo en ocho millones para las arcas públicas, que a cambio aplicarán otra serie de bonificaciones sectoriales, por ejemplo en guarderías infantiles o proyectos energéticos. Desde el punto de vista del ciudadano, según la conselleira la reducción del impuesto de la renta le supondrá a cada contribuyente beneficiado, los de ingresos más bajos, un ahorro medio anual de unos 60 euros y un “máximo” de 90.

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En cuanto a los gastos públicos concretos, el Fondo de Crecimiento introducido en los Presupuestos por primera vez el año pasado, que en realidad es un agregado de partidas de inversión de varias consellerías agrupadas nominalmente, pasa de 386 a 412 millones, un 7% más. Pero revela un estancamiento de la apuesta por las áreas de “dinamización económica”, “cohesión social” y “economía del conocimiento”, que pierden cada una un millón de euros, a cambio de un mayor esfuerzo en las de “sostenibilidad medioambiental” (pasa de 23 a 44 millones) y “administración austera” (de 3,8 a 12 millones).

Y aunque la Xunta presume de ser la tercera comunidad en la que menos ha crecido la deuda pública desde el inicio de la crisis (hoy ronda los 9.400 millones, el 16,8% del PIB gallego), el pago de los intereses de esa deuda elevará el año próximo el gasto financiero un 17,5%, de 300 a unos 350 millones.

Por último, el gasto en personal, recortado notablemente en 2012 y 2013, apenas se reduce un 0,4% el próximo año. Por el contrario, lo que sigue aumentando desde que comenzó la crisis, un 7% en 2014, es el dinero que la Xunta destina a la Renta de Integración Social de Galicia (Risga), dato revelador del incremento de la pobreza. De los 22,8 millones destinados en 2009 se pasará a 39,7 millones en 2014, un 74,5% más.

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