El juez eleva a asesinato las imputaciones a los padres de la pequeña Asunta
Se ha elevado la categoría del delito al existir agravantes de alevosía y parentesco El magistradoha ha prorrogado un mes más el secreto del sumario
La justicia ha estrechado un poco más el cerco sobre los padres de la niña de 12 años Asunta Basterra, hallada muerta el pasado 22 de septiembre en una pista forestal de los alrededores de Santiago. El juez encargado del caso, a petición del fiscal, y tras conocer los resultados de los últimos análisis forenses, decidió elevar de homicidio a asesinato las acusaciones contra el periodista Alfonso Basterra y la abogada Rosario Porto. El magistrado José Antonio Vázquez Taín asumió los argumentos del ministerio público, que entiende que en el caso se dan los agravantes de “alevosía y parentesco”, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
Un informe de toxicología sobre los cabellos de la niña corroboró lo que ya venía apuntando la Guardia Civil por los testimonios recogidos durante la investigación. Los análisis del pelo confirman que Asunta llevaba tiempo consumiendo grandes cantidades de ansiolíticos, según informa Europa Press. También se ha corroborado que el cuerpo de la pequeña tenía en la sangre una concentración de 0,68 microgramos por mililitro de lorazepán, un principio activo cuya versión comercial más conocida es el Orfidal, consumido habitualmente por Rosario Porto. En una persona de la edad y con las características físicas de Asunta esa dosis —equivalente a dos cajas de 25 píldoras— puede resultar letal, según forenses consultados por este periódico. De hecho, la hipótesis principal que maneja ahora la Guardia Civil es que la pequeña muriese por la ingesta masiva de fármacos y no por asfixia, como se apuntó en un principio.
Los padres de Asunta abandonaron la cárcel para acudir a los juzgados de Santiago, donde Vázquez Taín había convocado una vista a fin de comunicar a las partes que se ponía en marcha el procedimiento previsto en los casos como este que son dirimidos por un jurado popular y exponer las diligencias a seguir a partir de ahora. La dirección de la causa, como explicó Taín, corresponde a partir de ahora al fiscal, Jorge Fernández. Este, según informó el Tribunal Superior, hizo un relato de los hechos, basándose en los resultados de las pruebas forenses, y propuso agravar las imputaciones de los acusados, una solicitud que el juez Taín atendió de inmediato.
Esta vez los acusados fueron introducidos al juzgado en un furgón policial y se les ocultó ante la numerosa presencia de cámaras. Posteriormente, Rosario Porto y Alfonso Basterra, acompañados de sus abogados, del juez, el fiscal y la Guardia Civil, se desplazaron a la casa familiar de Teo, a las afueras de Santiago, donde los investigadores sospechan que pudo morir la niña a última hora de la tarde del pasado 21 de septiembre. Su cuerpo fue encontrado en la madrugada del domingo a unos cinco kilómetros de distancia de esa casa, en el mismo municipio de Teo.
El abogado de Porto ya había anunciado que este se negaría a participar en cualquier intento de reconstruir los hechos. La Guardia Civil, junto la comitiva judicial, estuvo unas tres horas en la vivienda, registrada por tercera vez en el último mes, y se llevó algunos objetos más.
José Luis Gutiérrez Aranguren, el abogado de Porto, anunció que recurrirá la decisión de someter el caso al veredicto de un jurado porque “va a ser imposible que actúe con imparcialidad”. Aranguren, a quien se pudo ver desde fuera de la finca consolando en algunos momentos a su cliente, aseguró que la madre de Asunta se encuentra “cada vez peor”. “Ve que pasa el tiempo y sigue en prisión. Y los recursos se encuentran con un muro infranqueable que entiendo que no es ajustado a derecho”, explicó. La Audiencia de A Coruña ha rechazado dos recursos de Aranguren pidiendo la libertad de Porto. El abogado sostiene que la mujer es víctima de una “detención ilegal” y anuncia que pedirá amparo al Tribunal Constitucional.
