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La fe ciega de Laboral Kutxa

Feliz estreno del equipo vitoriano ante un rival muy complicado

El País
Rice, ante el escolta del Laboral Kutxa Fernando San Emeterio.
Rice, ante el escolta del Laboral Kutxa Fernando San Emeterio.ADRIAN RUIZ DE HIERRO (EFE)

Fue una victoria mental, de esas que se obtienen con el compromiso, bajo la imperiosa necesidad del triunfo. Así lo hizo Laboral Kutxa en su estreno de la Euroliga (84-80) ante un Maccabi Electra capaz de complicarle la existencia en el Fernando Buesa Arena. Bien es cierto que hubo que esperar a los minutos finales para apuntalar una victoria suda que tiene doble mérito. De un lado porque supone empezar con buen pie en una competición que tiene muy difícil el acceso a la segunda fase en las condiciones actuales del cuadro vitoriano, pero, sobre todo, con la moral que insufla para acometer el arranque de una temporada muy diferente de todas las anteriores, como bien sabe el propio Sergio Scariolo.

Fue un buen comienzo de partido con transiciones coordinadas y una certera presión defensiva al rival. Con todo, la envergadura técnica de los rivales se hizo notar, máxime con el acierto de Rice, que agujereó en exceso la zona vitoriana.

Una vez taponada la sangría, los israelíes cayeron en la penalidad de la falta de acierto y dejaron el dominio del rebote para los vitorianos, muy entonados desde el principio hasta el punto de que gozaron de ventajas suficientes para dar alegría a una afición que sigue dispuesta a sufrir pero que vibra.

No era fácil el envite y por eso se asistió a un cruce de máxima igualdad, donde el Maccabi enseñó más de una vez los dientes, pero Laboral Kutxa jamás perdió la compostura ni el compromiso que le aguardaba.

Ventajas de diez puntos con aciertos desde los tres puntos de San Emeterio permitieron afrontar un descanso más holgado. Pero resultó un espejismo porque los visitantes se rehicieron y pusieron en aprietos a los vitorianos por ejemplo con el apurado 62-61, que hizo temer lo temor. Eran los momentos de las imprecisiones y de los nervios, sobre todo ante el compromiso de asegurarse una victoria que iba a tener más de una interpretación. Al final, todo se solucionó con cabeza, destacando Hamilton y Heurtel, que contuvieron la emoción pero apuntillando al rival cuando era el momento preciso para ganar.

Laboral Kutxa, 84-Maccabi, 80

LABORAL KUTXA: Causeur (8), San Emeterio (12) Hamilton (16), Hodge (6), y Nocioni (9) --quinteto inicial-- Clark (-), Pleiss (12), Kelati (2), Jelínek (9) y Heurtel (11).

MACCABI ELECTRA: Rice (8), Smith (6), Ingles (17), Tyus (4) y Schortsanitis (2) --quinteto inicial-- James (8), Ohayon (9), Pnini (-), Landesberg (6), Hickman (20), Naimi (-) y Harari (-).

PARCIALES: 24-18, 24-20, 14-23, 22-19.

ARBITROS: Belosevic (SER), Lopes (POR) y Bissang (FRA). Eliminado por faltas Hickman en el Maccabi.

PABELLON: Fernando Buesa Arena.

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