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Salud aplica un “plan de choque” para contener las esperas en cirugía cardiaca

Boi Ruiz admite que 79.376 pacientes aguardan ser operados en la sanidad pública

Josep Maria Padrosa (izquierda) y Boi Ruiz en el Parlament.
Josep Maria Padrosa (izquierda) y Boi Ruiz en el Parlament.ALBERT GARCIA

El aumento de las listas de espera en intervenciones tan vitales para la salud como las de cirugía cardiaca han obligado a la Generalitat a tomar medidas. El Departamento de Salud ha puesto en marcha un “plan de choque” para aliviar el problema, que sufren en especial dos grandes hospitales: el Vall d’Hebron (Barcelona) y el de Bellvitge (L’Hospitalet). Un total de 760 enfermos esperaban en junio en Cataluña una cirugía del corazón, frente a los 580 del mismo mes de 2012, lo que supone un aumento del 31%.

El plan lo explicó ayer el consejero, Boi Ruiz, en la Comisión de Salud del Parlament, que reiteró su “total confianza” en Josep Maria Padrosa, presidente del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), a pesar de que el caso de presuntas incompatibilidades que protagoniza ha reavivado las críticas sobre las puertas giratorias entre la sanidad pública y la privada. Padrosa era apoderado de seis empresas privadas que en 2012 facturaron al CatSalut más de 14 millones de euros, lo que podría vulnerar varias leyes y ha provocado la apertura de una investigación por parte de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC). Ruiz y Padrosa comparecieron juntos ante la comisión de Salud del Parlament para explicar el caso y, en resumen, reiteraron lo que ya dijeron cuando este diario y la Plataforma de Afectadas por los Recortes Sanitarios (PARS) publicaron la información, en junio: Padrosa era apoderado de seis empresas, pero no lo sabía; y se apartó del concurso voluntariamente para no interferir.

El consejero de Sanidad defiende al director del CatSalut, acusado de un caso de incompatibilidad

“Todo el mundo que viene a la Administración pública llega desde algún lado y va a algún lado”, justificó Boi Ruiz, para el que el caso no va más allá de explicar que Corporación Fisiogestión —el holding dedicado a la fisioterapia, rehabilitación y logopedia del que Padrosa era director antes de ser puesto al frente del CatSalut— “guardó los poderes en una caja fuerte” y que Padrosa no volvió a utilizarlos. Este explicó que era “política” de la empresa no dar de baja los poderes de las personas que la abandonaban —aunque sí lo hizo en otros casos— y que él se limitó a firmar contratos derivados del concurso anterior y nunca del aprobado en 2012, cuando Padrosa dirigía ya el CatSalut, organismo que acaparó en 2012 un 97,9% de los 8.685,01 millones de presupuesto de Salud.

Las explicaciones de ambos no contentaron a los diputados. “Usted era apoderado. No existen poderes efectivos y no efectivos”, lanzó José Manuel Villegas, diputado de Ciutadans. Isabel Vallet, de la CUP, recordó a los comparecientes que la capacidad de influir en un concurso va más allá del proceso licitador. “Usted pudo acceder a información para colocar a sus empresas en una situación favorable. Esto lo entiende todo el mundo y no se debe permitir”, criticó Vallet. “¿Con qué autoridad puede pedir esfuerzos a los trabajadores?”, preguntó Josep Vendrell, de ICV, que también recordó que las condiciones del concurso aprobado en 2012 fueron sustancialmente mejores que las del anterior, de 2006.

Josep Maria Padrosa era apoderado de seis empresas con contratos públicos
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Boi Ruiz aportó también, con retraso, los datos de las listas de espera cerrados en el mes de junio. A pesar del aumento de la actividad, el número de pacientes en lista de espera ha vuelto aumentar en los últimos seis meses: si en diciembre pasado eran 70.814, ahora son 79.376. El tiempo de espera medio para las 14 intervenciones cuyo tiempo máximo de espera —seis meses— está garantizado por ley ha descendido. Si en junio de 2012 los pacientes esperaban una media de 5,8 meses, en junio de 2013 la espera se había reducido a 5,45. Los datos, sin embargo, varían mucho según la operación: mientras que la espera media para una prótesis de rodilla es de 9,2 meses, para una histerectomía —la extirpación del útero— es de 3,54 meses.

El consejero no quiso responder a las denuncias realizadas por grupos de profesionales sobre la manipulación de las listas de espera en algunos hospitales. “Todo el mundo sabe que hay una lista A y una B”, le espetó Vallet. Ruiz, por su parte, atribuyó el colapso en las urgencias del hospital Vall d’Hebron a un “conflicto laboral” que no tiene “nada que ver con los recortes”. El miércoles había 81 pacientes esperando en urgencias para poder ingresar en el centro.

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