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El PP limitará las intervenciones de los vecinos en los plenos de Cádiz

La oposición denuncia que la medida es un intento de "amordazar" a la ciudadanía

La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez.
La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez.J.J. Guillén (EFE)

El Ayuntamiento de Cádiz, gobernado por Teófila Martínez (PP), suma un nuevo episodio polémico en torno a sus plenos. Durante el pasado verano, alcanzaron relevancia nacional las intervenciones de vecinos críticos con el gobierno local. Hace unas semanas el Consistorio decidió reducir el aforo del salón de plenos. Y este jueves ha anunciado que restringirá estos turnos de palabra que tanto quebraderos de cabeza ha dado al gobierno del PP. La oposición ya ha saltado en bloque para denunciar un intento de "amordazar" a la ciudadanía.

"Por favor, déjeme tener dignidad". Fue la frase con la que se dio a conocer Inmaculada Michinina en toda España. Su desgarrador testimonio en el pleno del Ayuntamiento el pasado mes de julio consiguió centrar los focos de medios de todo el país en aquella mujer que reclamaba una licencia para vender en un baratillo. Antes que Michinina, otros plenos también habían sido escenario de protestas individuales. Al terminar todos los puntos del orden del día, el reglamento del pleno de Cádiz permitía a los vecinos que lo habían pedido con antelación tomar el turno de palabra. Suelen ser problemas muy particulares. La mayoría quedaban en ese salón pero la proliferación de cámaras y móviles ha llevado a dar mayor difusión a esas intervenciones, en las que los concejales del gobierno municipal y la alcaldesa suelen ser increpados y criticados. Esta proliferación de voces contrarias llevó a la alcaldesa a pronunciar su ya famosa frase. "Tanto Twitter, tanta opinión". Se quejó de que vecinos a los que el Ayuntamiento ayuda a pagar el agua o la luz tengan dinero para pagar el uso de Internet y redes sociales.

Tras decidir también en julio reducir el aforo en 49 sillas, de 174 a 125, ahora el PP da un paso más en restringir el acceso a los plenos. Por vía de urgencia, ha decidido modificar el reglamento del turno de palabra final. El artículo 88 del reglamento de organización de entidades locales permite turnos de consultas por el público asistente. Según el PP, ningún ayuntamiento de capital andaluza, salvo el de Cádiz, permite esa posibilidad. "Hay necesidad de regularlo", sostiene el escrito municipal, aunque sin especificar el motivo.

El que quiera hablar tendrá que pedirlo con 12 días de antelación. Deberá especificar "ampliamente" el asunto sobre el que va a hablar. Ese asunto deberá ser "concreto" y de "competencia municipal". Lo más llamativo es que nadie podrá hablar más de tres minutos. Y solo podrán hablar cada pleno siete minutos. Tendrán prioridad aquellos que no hayan intervenido nunca. Michinina, que es asidua a los plenos, utilizó casi 10 minutos para su petición de dignidad. El nuevo reglamento no permitirá expresiones ofensivas, injuriosas o descalificatorias. Incumplirlo supondrá la retirada de la palabra.

IU y PSOE acusaron al PP de querer “amordazar” a la ciudadanía. Anunciaron que tratarán de rechazar la medida, aunque será difícil por la mayoría absoluta de los populares. La modificación del turno de palabra de los plenos volvió a provocar una intensa polémica. Y llega cuando el Ayuntamiento ya había resuelto el problema de las licencias del baratillo, la principal demanda de Michinina.

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