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La Xunta recupera el Monte Pindo del incendio con voluntarios

Deberán llevar ropa propia, "adecuada" para desbrozar y plantar entre cenizas, y pagarse el viaje hasta la zona devastada por las llamas el pasado septiembre

El monte de O Pindo tras el incendio
El monte de O Pindo tras el incendio ÓSCAR CORRAL

Con ropa traída de casa, “adecuada para las actividades que van a realizar”, y corriendo por su propia cuenta el viaje hasta el monte devastado que hay que resucitar. La Xunta busca voluntarios para colaborar en la restauración de las hectáreas engullidas por el fuego (hubo unos 3.000 incendios, refleja el último balance oficial) este verano en Galicia. Y el primer paisaje ennegrecido por las cenizas que el Gobierno gallego se propone revivir con manos sin remunerar es precisamente el símbolo del desastre ambiental de este año: el Monte Pindo. En el llamado Olimpo celta de Galicia, que la Consellería de Medio Ambiente siempre rechazó declarar parque natural y aumentar su protección, se estrenará, ahora que está arrasado, este programa de voluntariado el próximo 21. Las personas que se apunten trabajarán en grupos de 10 a lo largo de cinco días y dirigidos por un monitor. Limpiarán y desbrozarán cortafuegos y se dedicarán también a la repoblación del monte.

 Según la convocatoria de las consellerías de Traballo e Benestar y Medio Rural e do Mar, las personas que se apunten recibirán a cambio alojamiento y manutención durante esos cinco días y un “certificado acreditativo” de que llevaron a cabo una “acción voluntaria”.

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 La Xunta ha distribuido ya paja, lanzando pacas desde el aire, en el Monte Pindo y otros paisajes devorados por las llamas entre agosto y septiembre en la comunidad. Esta barrera atenuará los efectos de las lluvias de otoño, que podrían causar un desastre medioambiental mucho mayor si la escorrentía arrastra las cenizas y la madera carbonizada ladera abajo, hasta las poblaciones próximas y el mar. El fuego, este año, se ensañó de forma particular con montes aledaños a núcleos habitados en los que fue necesario desalojar a los vecinos. La del voluntariado, completada la colocación de paja, es una segunda fase.

 La Asociación Monte Pindo Parque Natural ha llamado especialmente la atención sobre el riesgo que corre el carballo enano, una especie única en Galicia, solo presente en Portugal, el sur de España y Marruecos, que crecía en este paraje único de Carnota. La Xunta ha asegurado que sobrevivieron al fuego decenas de ejemplares que han vuelto a brotar. Pero biólogos de Adega advirtieron que la magnitud del desastre solo se podrá evaluar cuando llegue la primavera.

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