La autovía que no lleva a inguna parte se prolongará desde Lleida a Rosselló
La A-14 unirá en el futuro la A-2, en la capital de la provincia, con el Vall d'Aran
El primer tramo de la autovía A-14 que entró en servicio hace un año y medio entre el malestar de los alcaldes de la zona porque no conducía a ninguna parte tendrá finalmente continuidad. El Ministerio de Fomento ha iniciado hoy las obras de construcción de otros 6 kilómetros, entre las localidades de Lleida y Rosselló, con un presupuesto de 46,8 millones de euros.
La A-14 es la vía rápida que en el futuro tiene que conectar la A-2, en Lleida, con el Valle de Aran. El proyecto ha sufrido sucesivas demoras en los últimos años y del conjunto de la obra solo se ha ejecutado un primer tramo de unos 10 kilómetros entre Rosselló y Almenar, el mismo que Fomento abrió por sorpresa en mayo de 2012 sin que estuviera garantizada su prolongación hacia el norte y el sur. Desde que se abrió esta carretera han sido pocos los automovilistas que la han utilizado, a pesar de discurrir junto al aeropuerto de Lleida-Alguaire, ya que para acceder y salir de la misma se tiene que recorrer casi 5 kilómetros de accesos y no representa un ahorro de tiempo.
Fomento señala que la A-14 es una alternativa moderna y de gran capacidad a la carretera N-230, que soporta actualmente una media de 13.500 vehículos diarios. Con el nuevo tramo entre Lleida y Rosselló se evitará el paso por las travesías de Torrefarrera, Rosselló, Alguaire y Almenar, además de 12 rotondas que restan fluidez al tráfico. También permitirá un acceso más rápido y directo al aeropuerto leridano.
La nueva vía rápida constará de dos calzadas de 7 metros de anchura para albergar dos carriles de 3,5 metros, un arcén exterior de 2,5 metros y otro interior de 1.5 metros. Entre ellas habrá una mediana con una anchura que oscila entre dos y seis metros. Asimismo, tendrá dos enlaces, uno con la autovía A-2, en Lleida, y otro con la N-230, al norte de la localidad de Rosselló