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Jerez no logra lavar su imagen

La alcaldesa anuncia que reforzará la limpieza un año después de recortar el servicio un 20%

Basura acumulada en Jerez durante la huelga del pasado año.
Basura acumulada en Jerez durante la huelga del pasado año. javier fergo (ap photo)

“Más con menos”. Este eslogan que repetía de forma casi machacona el gobierno municipal de Jerez al inicio del mandato ha dejado de enunciarse en las comparecencias públicas de la alcaldesa María José García Pelayo y su equipo. Ni un año después de que la ciudad sufriera una huelga de limpieza viaria y de recogida de basura de 21 días por un recorte del 20% en el presupuesto municipal de este servicio público, la regidora del PP ha avanzado que el Ayuntamiento tendrá que hacer “un esfuerzo económico” toda vez que Jerez “no está todo lo limpia que debería”.

La intención del gobierno local pasa por reforzar el servicio los fines de semana y traspasar tres tareas que hasta ahora prestaba la concesionaria Urbaser —vaciado y mantenimiento de papeleras, desbroce de solares y adecentamiento de las 16 barriadas rurales— a otras empresas externas para aliviar la carga de la compañía del grupo ACS.

Las dos primeras partidas del plan de choque tienen un coste de entre 500.000 y 700.000 euros, de los que ya se han firmado con la empresa Elsan 98.146 euros. A este monto inicial de hasta 700.000 euros habrá que añadir las tarifas del mantenimiento y limpieza de papeleras, la retirada de maleza en 536.000 metros cuadrados de solares municipales y el presupuesto de un servicio especial de saneamiento en eventos especiales.

Según el comité de empresa de Urbaser existe un déficit de 125 a 150 operarios

García Pelayo no valora ahora si el recorte presupuestario de 4,7 millones de euros anuales que ejecutó a finales de 2012 fue acertado, pero sí admite que la limpieza es “una asignatura pendiente” y anuncia “medidas para mejorar el estado de la ciudad poco a poco”.

El punto de partida es el de un servicio deficiente. El presidente del comité de empresa de Urbaser, Juan Carlos Conesa, define la limpieza en Jerez de “catastrófica”. Y ejemplifica: calcula que existe un déficit de “entre 125 y 150 operarios”; afirma que un barrio, en su conjunto, se adecenta “una vez al mes”; denuncia que los dos camiones lava-contenedores “no salen a la calle desde hace años”; y critica que 80 barrenderos tengan que actuar en una ciudad de 1.400 kilómetros cuadrados. “A mí que me lo expliquen. Que vengan y me digan cómo se hace”.

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El Ministerio de Hacienda exigió al Ayuntamiento de Jerez la aprobación de un severo plan de ajuste en 2012. Fue la condición impuesta para que el Consistorio accediera a medidas de auxilio económico, como la línea de crédito de casi 400 millones de euros para el plan de pago a proveedores o la próxima refinanciación de la deuda municipal a largo plazo. El gobierno jerezano incluyó en un duro plan de austeridad, que ya ha supuesto despidos de trabajadores o la privatización de la gestión del agua, una disminución del 20% en la inversión de la práctica totalidad de los servicios públicos.

Desde hace cinco años no se suplen bajas, ni vacaciones ni jubilaciones

No era la primera vez que se metía la tijera en saneamiento. La exalcaldesa socialista Pilar Sánchez, ya en 2010, ejecutó una disminución en el presupuesto de limpieza de 1,9 millones de euros. Menos de tres años después, la regidora del PP ha bajado la partida un 20% más. La merma de personal afecta al servicio. “Desde hace cinco años no se suplen bajas, ni prejubilaciones, ni vacaciones. Hace seis años se contrataba a 90 eventuales de tres en tres meses, entre 150 y 200 empleados más para cubrir vacaciones y otros 30 o 40 eventuales de goteo durante el año. De eso ya, cero”, resume el portavoz de los trabajadores.

El ajuste presupuestario dictado por el gobierno local ha sido asumido en un 75% por los basureros, quienes han sufrido en 2013 una reducción salarial del 13%. El bocado en la nómina fue un mal menor que sirvió para evitar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que anunció Urbaser para 125 empleados (30% del personal) nada más conocer la disminución de la partida presupuestaria del servicio.

Tras los anunciados despidos, el 2 de noviembre de 2012 comenzó en Jerez una huelga de tres semanas que puso patas arriba a toda la ciudad. Después del caos, la alcaldesa anunció el fin del paro laboral: “Teníamos que pasar por esto. Tendremos un mejor servicio de limpieza por menos dinero”, aseguró entonces la edil popular.

“Para tener la ciudad mejor hay que disponer de más personal”, defiende casi un año después Sebastián Peña, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Jerez. “El centro sí se limpia, pero hay barrios en los que el servicio es lamentable. Brilla por su ausencia. Para dar cabida a todo el municipio, haría falta casi el doble de trabajadores. ¿Más con menos? Eso es imposible”, replica Peña.

La plantilla se niega a las contrataciones externas

El plan de choque de limpieza anunciado por la alcaldesa de Jerez, María José García Pelayo, incluye un refuerzo de dotaciones los fines de semana. Casi un año después de la huelga de basura que dejó 3.300 toneladas de desperdicios en las calles, el presidente del comité de empresa de Urbaser, Juan Carlos Conesa, avisa: “Desde el paro laboral nosotros somos los que hemos soportado la mayor parte de los cuatro millones de euros del recorte presupuestario municipal. Si el Ayuntamiento refuerza ahora el servicio con contrataciones, de espaldas a los trabajadores, aquí estará la plantilla. Los acuerdos están para cumplirlos y si se modifican, hay que renegociarlos con todas las partes”.

El gobierno jerezano tiene intención de reunirse en los próximos días con Urbaser para consensuar nuevas condiciones que obligarán a variar algunos puntos del acuerdo que Ayuntamiento, concesionaria y trabajadores firmaron para poner fin a la protesta. El paro laboral en el servicio de limpieza y recogida de basura en Jerez dejó en la ciudad además de los 3,3 millones de kilos de residuos esparcidos en las aceras, 300 contenedores en llamas, montañas de basuras quemadas en más de 200 calles, varios agentes heridos a pedradas, barricadas en la zona sur de la localidad, un menor detenido, otras 11 personas identificadas y la imagen de la ciudad vapuleada.

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