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Oubiña tendrá un corta estancia en la cárcel por su mal estado de salud

Una nueva condena por blanqueo obliga al narco gallego a volver a ingresar en prisión

Laureano Oubiña tras salir de la cárcel
Laureano Oubiña tras salir de la cárcel CLAUDIO ÁLVAREZ

Convertido en el capo gallego que más sentencias acumula y el traficante de hachís que más tiempo ha permanecido en la cárcel, Laureano Oubiña ya está preparando las maletas para regresar de nuevo a un centro penitenciario al confirmar el Tribunal Supremo una condena de cuatro años y siete meses por blanqueo de dinero y multa de dos millones de euros. Oubiña, de 67 años, tiene que acudir voluntariamente a la cárcel; de lo contrario la Audiencia Nacional tendría que decretar una orden de detención contra él. Al menos dos meses tendrá que esperar el narcotraficante en prisión para que, una vez clasificado como reo, sus abogados puedan comenzar a tramitar los recursos para intentar acortar su permanencia en la cárcel.

Durante este tiempo, Oubiña permanecerá en observación para que las autoridades penitenciarias puedan valorar su situación personal y comportamiento como interno. Aunque por el momento se desconoce cuál será la estrategia de defensa de sus abogados, uno de los argumentos de mayor peso podría ser la grave enfermedad que padece y por la que está recibiendo tratamiento hospitalario. Antes de salir definitivamente de la cárcel el 17 de julio del pasado año, a Oubiña le diagnosticaron un cáncer de colon y fue ingresado en la Clínica Universitaria de Navarra. Los permisos penitenciarios que estaba disfrutando desde un año antes le permitieron seguir un tratamiento médico continuado.

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Teniendo en cuenta que el Supremo ya accedió en una ocasión a su petición de refundir sus condenas para poder adelantar la salida de prisión, esta vez un tribunal podría volver a pronunciarse en este sentido y permitir a Oubiña una nueva acumulación de penas. Otro de los argumentos a su favor es que la condena por blanqueo se produce en plena reinserción de Oubiña. Además, los hechos por los que fue juzgado se remontan a veinte años atrás y durante su instrucción el narco permaneció más de la mitad en prisión.

El fallo del Supremo que se conoció ayer casó prácticamente en todos sus términos la sentencia de la Audiencia Nacional que había recurrido el traficante en agosto del pasado año. El tribunal considera probado que Oubiña planeó junto a su esposa, Esther Lago, fallecida en 2001, “la forma de aflorar y dar apariencia legal a los fondos procedentes de las operaciones de narcotráfico que se encontraban a su disposición en el Banco Popular de Melilla”. Para ello compraron una parcela en Sanxenxo y otras en Vilagarcía de modo que, tras su adquisición por parte de las empresas mercantiles del matrimonio, pudieran construir en ellas viviendas familiares. El Supremo rechaza los motivos del recurso del narco, entre los que figura su queja de haber sido juzgado dos veces por los mismos hechos y su argumento de que se atribuye al dinero que estaba en su poder un origen ilegítimo, el del narcotráfico, que no ha quedado acreditado. “Ante la contundente y variada prueba de cargo, sólo puede manifestar esta sala la total coincidencia con el pronunciamiento condenatorio”, dice el Supremo. “Todos los datos constatados llevan y conducen directa y normalmente a la conclusión de estar en presencia de un delito de blanqueo procedente del narcotráfico”, añade el fallo.

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