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Lorca, Falla y la pasión por el flamenco

Rafaela Carrasco homenajea a grandes figuras en 'Concurso de Cante Jondo de 1922'

La coreógrafa y bailaora Rafaela Carrasco.
La coreógrafa y bailaora Rafaela Carrasco.Cristina Quicler (AFP)

En homenaje a la labor que grandes figuras como Manuel de Falla, Federico García Lorca e Ignacio de Zuloaga hicieron por el flamenco. Para ello hay que viajar 91 años en el tiempo, hasta junio de 1922; y en el espacio, hasta la plaza de los Aljibes de la Alhambra de Granada. Ese 13 de junio, el recinto acogió el primer certamen de ámbito nacional sobre el cante jondo. Bajo este marco, la coreógrafa y bailaora Rafaela Carrasco ha presentado este miércoles el espectáculo Concurso de Cante Jondo de 1922 (Granada) que, tras la fase de producción y ensayos, se estrenará en el Gran Teatro de Córdoba el 17 de enero de 2014.

El espectáculo pretende celebrar y ensalzar la labor que estas grandes figuras han hecho por el flamenco en esta cita y que lo catalogaron como una expresión comparable a las más altamente consideradas como cultas. Con Falla como impulsor del movimiento y seguido de Zuloaga y un joven Lorca, se inició una ardua andadura para conseguir "el renacimiento, conservación, difusión y reconocimiento del flamenco en plano de igualdad con otras artes". El proyecto contaba, además, con el respaldo de intelectuales y personalidades como Joaquín Turina, Juan Ramón Jiménez, Ramón Pérez de Ayala, Óscar Esplá o Fernández Arbós, entre muchos otros.

Por ello, Carrasco quiere rememorar aquellos días de junio de 1922, quiere "musicarlo, bailarlo, ponerlo en escena con una visión a 91 años de distancia". También pretende homenajear a aquellos artistas que dejaron su legado artístico: la soleá de El Tenazas, la seguiriya de Manuel Torre, la toná de Caracol, la rondeña de Ramón Montoya, la saeta de La Niña de los Peines, la zambra de Graná, la cantiña de La Macarrona, la granaina de Chacón, la música de Falla... y, por supuesto, García Lorca y sus poemas del cante jondo, obra que, aunque no se publica hasta 1931, es leída por el propio poeta poco antes del concurso en el hotel Alhambra.

Según ha señalado Carrasco, en este trabajo quiere apostar por bailarines con una preparación técnica muy completa que les proporcione "la mayor calidad e igualdad". "Que, a su vez, sean fuertes personalidades sobre el escenario, contundentes y llamativas, capaces de desarrollar cualquier papel de solista en caso necesario", explica. Y ha añadido que pretende que este proyecto sirva como plataforma donde mostrar a estos nuevos artistas emergentes pertenecientes a una generación muy preparada y con un potencial importante.

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