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Seductora inauguración

El Mercat de les Flors sigue una temporada más con su política de precios bajos

Con el cartel de agotadas las localidades arrancó la temporada del Mercat de les Flors. Desde la noche del pasado jueves hasta hoy se ofrecen diferentes espectáculos de danza bajo el nombre de Balls D'Obertura. Con las compañías de Thomas Noone y la de Albert Quesada, que actuaron ayer, y hoy lo hará la Cia. Vero Cendoya (19 h) y la de Jordí Cortés (21h). El Mercat sigue en esta temporada con la política de los precios bajos.

La noche del jueves la actuación más esperada era la de la compañía que dirige Olga Cobos y Peter Mika, la CobosMika, que actuó en la Sala Ovidi Montllor, sin una butaca vacía. Antes bailaron la Cía Nadine Gerspacher en la Sala Pina Bausch y Olga Álvarez en el hall del Mercat, también con la presencia de numeroso público.

Está probado que en tiempo de crisis se agudiza la creatividad de los artistas y prueba de ello es el espectáculo que ofreció esta compañía, titulado Wish, y que se estrenó en la Temporada Alta de 2012. Olga y Peter han dado una vuelta de tuerca a su trayectoria y han apostado por un trabajo más en la línea de las corrientes de danza contemporáneas europeas. Wish, por su estética y baile, se asemeja a las coreografías de los Ballets C de la B.

Tomando de referencia la poesía y la mística de los cuadros del pintor, filósofo y viajero ruso, Nikolai Roerich, Olga y Peter han ideado una obra para ocho intérpretes con un baile troceado por la agresividad y el lirismo que incluye la danza aérea. Mientras las imágenes de video proyectan los turbadores paisajes de las pinturas de Roerich, con una fecunda gama de colores, en escena, un grupo de hombres y mujeres luchan en la oscuridad. Color y penumbra trenzan el peregrinaje de cada individuo hacia su recóndito interior. El baile coral tiene fuerza y el individual destila una profunda expresividad. En fragmentos de Wish un bailarín entona cantos hebreos del compositor israelí, Avi Belleli, autor de la música de esta obra.

Wish es un interesante espectáculo, cuidado con precisión. La única objeción es qué en algún momento de la obra el baile está más pendiente del efecto estético que del contenido y puede pecar de superficial. Al final de la función los aplausos fueron largos y cálidos.

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