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Cacaolat anuncia que cierra la planta de producción de Utebo, en Zaragoza

La empresa justifica el cierre por la "necesidad" de reducir costes para adaptarse al mercado Los sindicatos llevan meses alertando de un goteo de despidos, sobre todo en la fábrica zaragozana

Clara Blanchar

Las grandes firmas de alimentación de origen catalán llevan una semana nefasta. Con graves conflictos abiertos en Gallo y Panrico, el Grupo Cacaolat ha anunciado en el mediodía de hoy el cierre de la planta de producción de leche de Utebo, en Zaragoza, donde trabajan 47 personas. En un comunicado, la empresa ha argumentado el cierre por la "necesidad de tomar medidas drásticas de reducción de costes y adecuación de su estructura a las necesidades actuales del mercado", ante la crisis del sector lácteo y la pérdida de clientes que supuso el proceso concursal presentado por Rumasa que finalizó hace año y medio con la compra de la compañía por parte de la alianza entre Cobega, Damm y el fondo Victory Turnarround.

La firma explica que la fábrica de Utebo, "con capacidad para procesar más de 90 millones de litros" de leche, "ha estado produciendo en 2012 por debajo del 7% de su capacidad total". De esta planta sale leche en tetrabrick de la marca Letona y algunas variedades de la empresa como leche condensada y algunos formatos pequeños de Cacaolat. En el comunicado, de apenas cinco líneas de texto, Cacaolat afirma que “las cuentas de Utebo muestran una situación económica negativa con pérdidas de gran magnitud, que implican la necesidad de adoptar medidas para evitar que su situación económica pueda hacer inviable el Grupo Cacaolat en su conjunto".

Pese a que la oferta ganadora en la venta de Cacaolat incluía el compromiso de mantener los 420 puestos de trabajo, los sindicatos de la empresa llevan meses denunciando un goteo de despidos. En marzo lo cifraban en 90 trabajadores, buena parte precisamente empleados de la planta de Utebo (Zaragoza). También ha habido despidos en Pujades y en Parets, ajustes que la empresa califica de “puntuales” y los sindicatos de “Expedientes de Regulación de Empleo”, porque nunca han superado un 10% de la plantilla de un centro.

Desde que los nuevos propietarios entraron en Cacaolat han concentrado paulatinamente toda la producción y también la administración en la antigua planta de Damm en Santa Coloma de Gramenet. La planta, pegada a Barcelona y dotada de infraestructuras como una depuradora de aguas, fue una de las bazas de la oferta que presentaron Cobega, Damm y Turnarround. Tras una inversión de 45 millones de euros que incluye nueva maquinaria, el inicio de la producción en Santa Coloma, en agosto pasado, comportó el desmantelamiento de las instalaciones de Parets del Vallès y de la histórica sede de la calle de Pujades, en el barrio del Poblenou de Barcelona.

De hecho, el presidente del comité de empresa de la planta barcelonesa, Antonio Ubago (CGT), también lleva meses alertando del riesgo de que los nuevos propietarios cerraran Utebo "aunque siempre lo han negado", ha manifestado en la tarde de hoy. "En Santa Coloma hay un gran espacio vacío, que la dirección dice que no tiene uso, pero nosotros ya pensábamos que estaba destinado a las máquinas de Utebo", ha afirmado.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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