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JESÚS SÁNCHEZ MALDONADO / Consejero de Economía

“Medidas como el cheque bebé para todos son una frivolidad”

"El control previo habría evitado las irregularidades de los ERE", opina el nuevo titular de Economía

Manuel Planelles
José Sánchez Maldonado en la azotea de la Consejera de Economía.
José Sánchez Maldonado en la azotea de la Consejera de Economía.julian rojas

Puede que ahora ocupe el despacho principal de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta, pero, aunque quisiera, Jesús Sánchez Maldonado (Málaga, 1952) no podría ocultar que es un profesor. Y a este catedrático de Hacienda Pública —de gafas blaugranas, chaqueta azul y corbata de margaritas amarillas— se le ve realmente cómodo cuando habla de economía, PIB, impuestos y cuentas regionales. El miércoles debutó en el Parlamento andaluz como consejero.

Pregunta. ¿Qué tal su estreno?

Respuesta. El primer día se tiene un poco de vértigo. Uno no domina el espacio físico ni está acostumbrado a la virulencia de los argumentos y al lenguaje tan grueso. Hay que rebajar la tensión. Todos. La actividad parlamentaria debe ser más de confrontar ideas, argumentos, ideologías y propuestas. En mi estreno hubo 14 o 15 preguntas e interpelaciones sobre lo mismo.

P. ¿Pero ya le habrían advertido de que el PP centraría su oposición en el caso de los ERE?

R. Sí, por supuesto que estaba advertido. Pero el PP debería hacer un esfuerzo por plantear alternativas. Con la única vía de los ERE llegaron a 50 parlamentarios. La próxima vez, si siguen con esta vía, van a llegar a menos.

P. ¿Es necesario un cambio en la política de subvenciones?

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R. La presidenta creo que ayer [por el jueves] fue contundente. Se va a pedir que en todas las políticas de transferencias haya un control previo de la intervención. Creo que, además de ser una medida de transparencia muy grande, también da mucha tranquilidad al político. El control a posteriori del uso de los fondos públicos es algo obsoleto y anacrónico.

P. ¿Pero ahora sí existen algunos controles previos?

R. Pero, por lo que yo he tenido oportunidad de ver, parece que a veces la propia Intervención no lo ha dejado muy claro. Tampoco tengo elementos de juicio, pero es verdad que si hubiera habido un control previo no se habrían producido. Sobre todo, en el tema de los ERE. Creo que el control previo habría evitado las presuntas irregularidades que están siendo investigadas.

P. También pretende un cambio de filosofía en los reparto de ayudas e incentivos.

R. En todas las actuaciones de política económica que conlleven un uso de los recursos públicos hay que garantizar de alguna manera que el objetivo que está debajo se cumpla. En definitiva, que la medida sea eficaz y eficiente, bien en términos sociales, bien en términos cuantitativos. Si hacemos un gasto en educación, en sanidad o en un determinado programa nosotros debemos garantizar que va a cumplir su objetivo. Lo mismo ocurre con las subvenciones e incentivos. Si nosotros damos incentivos reembolsables tendremos que garantizar que se cumple un fin social. Si eso no ocurre tendremos que tener los medios para pedir el reintegro porque no se ha aplicado.

P. Respecto a la crisis, ¿es usted optimista como el Gobierno?

R. En estos momentos los indicadores de sentimiento son mucho mejores que los indicadores cuantitativos. Esto no es malo, porque la economía tiene mucho de estado de ánimo. En España hay muchos indicadores —como las expectativas empresariales, la consolidación fiscal y el comportamiento del sector exterior de la economía nacional en general y la andaluza en particular— que parecen indicar que el periodo de desaceleración ha terminado. Soy relativamente optimista y también veo que todos estos indicadores son un poquito mejores en Andalucía que en la media del país.

P. ¿Se puede cimentar el crecimiento de una región o de un país en el sector turístico?

R. El turismo entendido en un sentido amplio en Andalucía es importante, pero no puede ser el único. Hay ejemplos en el mundo que nos demuestran que las actividades terciarias pueden ser el fundamento de una determinada zona. Como el caso de Florida en los Estados Unidos. Creo que nosotros en Andalucía estamos en mucha mejor situación: tenemos un sector turístico que potenciar y diversificar. Pero no podemos olvidar que hay otros, que son los que van a tirar de la balanza exterior. No podemos centrarnos solamente en el monocultivo del turismo. Tenemos que potenciar también la aeronáutica, la industria agroalimentaria, la minería… Tenemos un concurso internacional para volver a poner en funcionamiento Aznalcóllar. Es un sector susceptible de generar mucho empleo y no debemos renunciar.

P. Pero es un sector muy agresivo que ha tenido problemas.

R. Donde exista un sector susceptible de generar empleo respetando las regulaciones legales y medioambientales lo vamos a apoyar.

P. ¿Qué medidas plantea para rebajar la tasa de paro del 35%?

R. Las competencias en materia económica y de poder generar crecimiento y empleo de las comunidades son limitadas. Las políticas de demanda son supranacionales: del Estado o de la UE. La UE tiene la política monetaria y el Estado tiene las fiscales y de empleo. Las posibilidades que tenemos son pocas. De todas las crisis económicas en nuestro país no se ha salido hasta que no se ha encendido la mecha del consumo público y de la inversión pública. Las posibilidades que tenemos en Andalucía de potenciar el crecimiento económico y la generación de empleo están basadas en la posibilidad que tengamos de incrementar el consumo y la inversión públicas. Mientras tanto, tenemos unos recursos limitados que los vamos a tratar de aplicar. Son programas a los que podemos dedicar 200 millones, 150…

P. ¿Parches?

R. Son programas particulares que irían a casos particulares. Pero hay que ser conscientes de que coger por los cuernos el toro del empleo exige la coordinación de las políticas generales en el seno de la UE. Además de la inversión pública, tenemos que mirar a la actividad privada. La inversión pública sería la mecha. Estamos viendo que la actividad privada va mejorando la situación, pero en las grandes empresas. En Andalucía tenemos pocas grandes empresas. Para que esas pymes puedan funcionar tiene que empezar a correr la sangre del crédito. Eso no está sucediendo. También tenemos que frenar las políticas de austeridad exclusivas. Hay que cumplir la consolidación fiscal, pero se puede cumplir llevando la austeridad en aquellas cuestiones que no son fundamentales y poniendo incentivos donde haya posibilidad de generar crecimiento. Tendremos posibilidades en la medida que tengamos financiación para incrementar la inversión pública. Tenemos muy pocas capacidades de subir la presión fiscal. Además, la presión fiscal no se debe incrementar en crisis porque generaría menos producción, empleo y consumo. Hay que incrementar la presión fiscal en épocas de crecimiento.

P. Su socio de Gobierno (IU) no está de acuerdo.

R. Ni mi socio ni alguno de los míos en gobiernos anteriores. De hecho, se ha hecho. En España, en la época de crecimiento, se han bajado los impuestos.

P. Y en Andalucía se han subido en época de crisis.

R. Sí. Teníamos que sopesar si dejábamos de prestar un nivel aceptable de servicios públicos. Los cambios fiscales que se han hecho en crisis en Andalucía no se han encaminado a incrementar la presión fiscal sino a reordenarla, a tratar de sacar algo más de los que más tienen.

P. ¿Si usted hubiese sido consejero de Hacienda hubiese tomado esa decisión?

R. Sí, pero como ejemplo de que en época de crisis deben aportar los que más tienen. Aunque el resultado cuantitativo no sea espectacular —ahí están los números— creo que a la sociedad a la que se le está pidiendo tantos esfuerzos hay que decirle que buscamos instrumentos para que todo el mundo pague las consecuencias de la crisis.

P. ¿Si hubiese sido ministro hubiera permitido un cheque bebé?

R. No. Como estudioso de la economía pública, me habrían tenido que matar para poner en marcha un cheque bebé para todos. Yo hubiera puesto un cheque bebé para aquellos que ganan menos de 12.000 euros al año. Pero que lo cobre la hija de Botín me parece una frivolidad.

P. Aquí se han repartido portátiles a todos en los colegios.

R. Se han dado universalmente porque había en la escuela poca capacidad de pago. Y, también, en momentos en que la restricción presupuestaria era otra. De todas maneras, no creo en las medidas de gasto público universal. Igual que los impuestos tienen que ser progresivos, las medidas de gasto público deben de favorecer más a los que menos tienen. Andalucía va a ser la primera comunidad que va a tener en cuenta el patrimonio además de la renta para conceder ayudas.

P. ¿El impuesto a las grandes superficies se guarda en un cajón o se desecha definitivamente?

R. No he llegado a analizar como consejero este impuesto. Hay que ver el resultado a corto, largo y medio plazo que tiene un impuesto. Con este pueden ocurrir dos cosas: que las grandes superficies tengan posibilidades de trasladarlo al precio de los bienes que venden o que se vean obligados por la caída del consumo a llevarlo a los costes de la producción. Si lo llevan a los costes de producción esto puede generar disminución de empleo. Si lo llevan a los bienes que venden significa retraimiento del consumo: suben los precios y baja el consumo y puede llevar a afectar al empleo.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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