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MERCÈ 2013

Y el cuerpo fue el rey

Propuestas bailables mestizas de claro carácter de música popular para despedir el BAM

Un momento de la actuación del grupo colombiano Systema Solar.
Un momento de la actuación del grupo colombiano Systema Solar.GIANLUCA BATTISTA

Sonidos calientes y caribeños, baile y muchas, muchísimas sonrisas de disfrute fueron los grandes protagonistas de la última jornada del BAM en sus escenarios de las plazas Coromines y Àngels, de las Fiestas de la Mercè de Barcelona. De hecho, la música popular fue la protagonista de toda la noche del lunes, incluida la plaza Real donde el acento meridional se manifestó por medio de distintas formulaciones de rock. Pero fue el calor tropical quien mandó, en especial en la demoledora actuación de Systema Solar, formación colombiana de cumbia electrónica que concluyó su actuación dejando al público que atestaba la plaza dels Àngels con ganas de más, víctimas de un coitus interruptus musical. Pero es la norma del BAM, los conciertos duran 45 minutos y la continuidad de actuaciones es la que da carta de naturaleza a este festival que en el presente año ha destacado por la perfecta programación de sus artistas y por su inclusión en hilos temáticos que han cosido cada una de sus cuatro noches.

Que la música popular va a estar de moda entre los más conspicuos consumidores de novedades y público en general es una evidencia que desde hace una temporada está mostrado su advenimiento. La recuperación de las raíces de la música popular, muy en especial la orientada al baile, se antoja como la respuesta a un mundo cada vez más confuso donde la identidad está acosada por una globalización mercantil que no ayuda a comprendernos mejor, sino más bien a aumentar los recelos sobre los que son diferentes. La respuesta de la música ha sido la mezcla entre folclore popular y una electrónica quizás también necesitada de identidad tras superarse los años del techno.

Atendiendo a esta premisa el BAM se sacó de la chistera a bandas como Systema Solar, debutantes en España, para dejarles explotar la potencia de cumbia electrónica, bass music y hip hop, todo unido en favor del baile marcadamente popular. El resultado fue avasallador, con la plaza dels Àngels convertida en un babel hermanado por el baile. Para no olvidar el mundo real, algunos pakistaníes recogían anillas de las latas de cervezas tiradas por el suelo: por una botella de agua de litro y medio llena de estas anillas reciben 150 euros, comentó un recolector de metal.

Pero es que, amén de Systema Solar y su aspecto genuinamente hortera, el público disfrutó con Le Parody, proyecto con muy buenas maneras y mirada panorámica y original; o con Batida, suerte de revisión del kuduro angoleño con su impenitente cuadratura rítmica; o con Timberism, espectáculo made in Spain en el que la música, digital, se nutría de bases en Asia, África y Caribe o, tras el desparrame de Systema Solar, con los daneses Copia Doble Sistema, que apelaron también al Caribe y al cumbia, que ellos hacen vikinga, para orquestar un set demoledor.

Todo concluyó con Lucy Love y su mezcla de disco, hip-hop, grime y funk alocado. Fue el perfecto colofón a un BAM que ha vuelto a colocar Barcelona como modelo diferente, sensato e interesante de programar la música durante unas fiestas populares. Que varios de los artistas participantes lo señalasen desde escena avala un modelo que aporta sentido al gusto musical y a su consumo partiendo del descubrimiento de nombres poco populares.

 

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