El Gobierno ve “indicios” de una mala comercialización en las aportaciones

No hay pruebas que lo demuestren a través de documentos de audio o vídeo, pero los testimonios recabados por Kontsumobide de los 833 afectados por el caso de las aportaciones subordinadas de Eroski y Fagor hacen creer al Instituto vasco de Consumo que existen “indicios” de que los bancos que vendieron a sus clientes esta especie de bonos no lo hicieron de manera apropiada, ya que la “gran mayoría” de quienes han reclamado pensaban que podrían recuperar el dinero cinco años después y desconocían que era dinero que no recuperarían.

La nueva directora de Kontsumobide, Elena Unzueta, nombrada por el Gobierno en julio tras la dimisión de su predecesora, Belén Greaves, ha aportado en su primera comparecencia ante la comisión parlamentaria de Consumo una foto incompleta del problema que ha surgido con las aportaciones subordinadas de Eroski y Fagor. Unzueta ha señalado que de diez bancos que colocaron a sus clientes esta especie de acciones de ambas cooperativas, solo cinco han respondido a sus solicitudes de información, tres ni siquiera han contestado y por tanto se ha iniciado el procedimiento sancionador, y las dos restantes han pedido tiempo para responder. El resultado es que hoy en día el Instituto vasco de Consumo no tiene la certeza de cuántas personas compraron aportaciones de ambas cooperativas, aunque ha apuntado a una cifra que ronda las 30.000 consumidores.

Unzueta apuesta por la mediación y descarta el arbitraje

A través de su responsable, Kontsumobide ha señalado que hay “indicios” de que la comercialización no se realizó de forma adecuada porque la “gran mayoría” de quienes han reclamado ante el instituto, 833 personas hasta la fecha -el 82% de Eroski y el 18% de Fagor-, aseguran que se les planteó la recuperación de la inversión en cinco años. En el 80% de los casos que han llegado al instituto, las comercializadoras ofrecieron a sus clientes el producto sin haberlo solicitado estos antes y el 79% invirtió menos de 25.000 euros.

Para solucionar el problema, la nueva directora ha insistido en la vía de la mediación, ya que la del arbitraje –además de exigir la adhesión voluntaria de todas las partes, algunas de las cuales ya han rechazado esta vía, invalida la vía judicial- . La mediación es “más rápida y factible”, ha concluido Unzueta, que ha apuntado a que hay empresas “especializadas” que se han dirigido al instituto para ofrecer sus servicios, empleados en casos similares de otras comunidades, para solucionar el problema. Un ofrecimiento que Kontsumobide ha rechazado porque “todo el dinero” que se emplee en este asunto, según Unzueta, será para los reclamantes. Aunque no ha querido explicar las soluciones que ya están sobre la mesa, Unzueta ha dado a entender que la salida no se demorará mucho en el tiempo.

La nueva directora de Consumo apunta que se plantearán

Esta ha abogado por un diálogo discreto con las partes, por buscar soluciones con ambas cooperativas de manera individual porque los dos casos son distintos, y ha sido especialmente contundente con los bancos, algunos de los cuales están “dificultando” el trabajo del instituto que dirige. Respecto a los consumidores afectados, ha remarcado que hay contactos con las tres federaciones y que una cuarta, Kaltetuak, ha reclamado participar directamente en las negociaciones.