_
_
_
_
_

Y aquí, ‘flashback’

La XV edición de la Valencia Fashion Week se inaugura con un giro de 360 grados

Una modelo desfila en la Valencia Fashion Week.
Una modelo desfila en la Valencia Fashion Week.MÒNICA TORRES

Volvemos a la casilla de salida. La Valencia Fashion Week, se ha inaugurado hoy en el Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Hasta el 21 de septiembre, se podrán ver las colecciones para primavera/verano de 2014 de 26 diseñadores, 14 de ellos en la pasarela oficial, 9 en la plataforma de emergentes Zona D y otras 3 presentaciones en el Off. Una edición, la decimoquinta ya, que viene marcada por el gesto forzoso, pero al mismo tiempo descafeinado, hacia lo joven. Gesto que tiene más de resignación que de rebeldía, más de sumisión que de rabia. ¿Descaradamente jóvenes?

La moda expuesta. Esta jugada por los diseñadores más jóvenes viene obligada tras una retirada del programa de la pasarela valenciana de algunas firmas ya establecidas, quedándose algo escuálido el calendario. Pese a las loables intenciones (u optimismo antropológico) por parte de la organización de la pasarela de convertirse en “plataforma de lanzamiento de los nuevos creadores”, y por mucho músculo que enseñen los jóvenes diseñadores, la industria local sigue sin acompañarla. Aunque políticos no han faltado a la inauguración.

Tampoco ayuda mucho la actual conceptualización (perdón por el palabro) de esta semana de la moda. Y es que, joven no siempre quiere decir contemporáneo. No, no. Como bien sabemos los enganchados al Instagram, una cosa es lo que se pretende cuando se enfoca la cámara del móvil y otra muy diferente lo que surge en pantalla, por mucho filtro que le pasemos para mejorarla. Así con permiso de Roland Barthes, vamos con el discurso fragmentado de esta pasarela. Pero lean, vean.

Grandes volúmenes, seda, shorts de infarto y americanas femeninas componen la silueta que nos propone el diseñador Alejandro Resta en su colección Sofia. Relaxing. Destinada a mujeres que quieran huir de la rigurosidad de lo habitual. ¡Huyan, huyan! Ya saben que el hábito lo carga el diablo del aburrimiento. Resta oye voces de las divas añejas del Sounset Boulevard que andan demasiado preocupadas por su close-up. Sofisticación de abolengo, vaya.

La colección Memorias de África -no, el título no es muy original-, de Juana Martín, viene facturada en linos y algodones. Las siluetas aparecen desdibujadas y etéreas. Martín utiliza una paleta de colores suaves y acaramelados que acentúan esta visión peripuesta de la feminidad. Lo étnico de estas Memorias aparece reducido a la mínima expresión, ligereza estilística, convirtiéndose así en versión atildada de exotismo que gusta mucho al mundo bloguer.

La moda ha encontrado en el cine un filón delicioso. Nada nuevo. Siguiendo la estela de las grandes de la pantalla grande, Virtudes Langa en su colección Sicilia pone el foco en las carnes trémulas de las estrellas italianas. Sensualidad bigger-than-life. Y aquí, flashback. Piensen en Sofia Loren. Piensen en Stefanía Sandrelli. Ahora, despierten. Más clavariesas que velinas. Los cortes rectos y minimalistas se pintan en negros, rosas y verdes. Casi como lo vida misma. Langa enseña su carnalidad en napa y seda y en la utilización desigual del encaje. Al final, lubricidad de baja intensidad. Y así van las cosas. Mientras, en Milan...

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

¿Descaradamente jóvenes?

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_