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Educación resta maestros a los centros con más niños en exclusión social

La consellería obliga a colegios de Ferrol a compartir profesores de apoyo

Una clase del colegio San Xoán de Filgueira, en Ferrol
Una clase del colegio San Xoán de Filgueira, en Ferrol GABRIEL TIZÓN

Hace cinco años, antes de que los recortes marcaran la pauta, al colegio público de San Xoán de Filgueira (Ferrol) le llovían los premios. Ahora, les racanean los profesores de apoyo que hicieron posible las buenas prácticas que les valieron el aplauso del Ministerio de Educación en 2008. El CEIP de San Xoán no es un centro cualquiera. Un tercio de sus 178 alumnos de tres a 12 años son de etnia gitana (55), otros 10 proceden de familias inmigrantes —Italia, Ucrania, Rumaría y Perú— y casi el 50% del alumnado está en situación de exclusión social. “No es que estén en riesgo, es que están excluidos”, remarca Marián López, su directora. A todo eso hay que sumarle varios menores más limitados por alguna discapacidad y docenas con necesidades educativas especiales que reclaman una atención continua para aprender y avanzar al ritmo de sus compañeros de clase.

San Xoán no es un caso único. Así están el Manuel Masdías de Caranza, con 148 alumnos, o el CEIP de Recimil. Coincide que son tres centros públicos de educación Infantil y Primaria en barrios populosos con muchas viviendas sociales en una ciudad que ronda el 30% de paro. A los tres, la Xunta les ha recortado el profesorado de apoyo que les aliviaba el atasco del aula, particularmente grave en el caso de Recimil, con 335 estudiantes de los que 35 son inmigrantes y 55 de etnia gitana, más otros 50 con necesidades especiales.

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Los tres centros tienen perfiles de alumnado muy complicados de manejar con pocos medios: del 40% al 50% provienen de minorías étnicas, arrastran problemas de integración o aprendizaje, incluso domésticos, y a veces, todos a la vez. El curso pasado contaban con dos profesores de refuerzo y ahora tendrán que repartirse uno a medias. En el CEIP de Esteiro y en O Feal (Narón), con situaciones parecidas, directamente ya no cuentan con docentes de apoyo. “Ni uno ni medio, nada”, señala Antonia Martínez, de la CIG.

“Hacemos de profes y de asistentes sociales porque hay niños que no traen ni lápiz ni tienen que llevarse a la boca a media mañana”, lamenta la directora del San Xoán. Hace nueve años, cuando Marián aterrizó en el CEIP, el centro contaba con dos profesores de apoyo, uno de ellos enfocado a las minorías étnicas. Un lujo educativo que cayó con los primeros tijeretazos al presupuesto. En 2005, había 11 maestros de educación compensatoria en toda la comarca ferrolana y no hace tanto, los colegios de San Xoán, Recimil y Caranza aún se repartían cuatro de refuerzo. Este curso Educación les obliga a compartir medio profesor con Recimil. Tres días irá a la barriada de las Casas Baratas y los otros dos al San Xoán.

En este último centro saben que no darán abasto y que tendrán a aparcar los programa especiales de lectura, matemáticas, lucha contra el absentismo escolar o el huerto ecológico con los que cosechaban galardones. “Queremos un profesor compensatorio y estable para cada centro”, reclama la dirección, “harta” de tener que “regatear” cada verano con la Xunta los medios que precisa un colegio que es finalista al premio a la Acción Magistral de 2013. La misma exigencia de refuerzo plantean en el CEIP de Recimil, con las aulas a reventar, “forzando las ratios hasta extremos insospechados”. Al profesor de Religión, sin embargo, le sobran horas (25 semanales) y le faltan alumnos (de tres a ocho como máximo).

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AGE y BNG colocan a Ferrol como ejemplo sangrante de un racaneo de maestros que se repite en toda Galicia. Los últimos datos del Ministerio de Educación indican que ningún colegio concertado gallego “ni muchos públicos” supera el 10% de alumnado extranjero. “Del 3 al 5% como mucho”, apunta Xabier Ron (AGE), que lo compara con el 45% en situación de exclusión que tienen de media los de Recimil, Masdías y San Xoán. “No se pide limosna. Es de justicia educativa reforzar sus plantillas”, demanda Ramón Vázquez (AGE), que llevará al Parlamento una iniciativa contra los recortes docentes en Ferrol similar a la que ya presentó el Bloque. “Tendrán el personal necesario para cubrir las necesidades de los alumnos matriculados”, replica un portavoz de Educación.

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