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1700 en 48 escenas

El 'Auca del Born' es una buena fórmula para conocer el yacimiento y visitar el espacio, por otro lado, impresionante

Jordi Casanovas ha sido el encargado de crear y dirigir el espectáculo inaugural del Tricentenari BCN coincidiendo con la apertura del equipamiento cultural Born Centre Cultural. Teniendo muy en cuenta las características del lugar, los 8.000 metros cuadrados de restos hasta 2001 escondidos bajo el antiguo mercado central, y sus limitaciones arqueológicas, el dramaturgo y director catalán ha ideado una historia de amor en 48 escenas cortas, a modo de auca, y la ha situado en el barrio de La Ribera de hace 300 años. A través de Marianna y Joan, los protagonistas, pero también de sus sirvientes y amigos, Caterina y Ramon, Auca del Bornnos aproxima a la vida del barrio de entonces. Por lo visto, en el área del yacimiento vivían 69 familias que ejercían 35 oficios diferentes.

Una treintena de intérpretes, con ropajes de la época, ilustran las viñetas a lo largo y ancho de una parte del yacimiento. Un par de actores conducen la trama enunciando los rodolins de cada viñeta desde un escenario que los técnicos del montaje han de desmontar cada noche tras la función, al igual que los bancos en los que se sienta el público y que recorren el perímetro, para facilitar las visitas al centro durante el día.

La trama de la historia de amor es de las que se basan en un engaño y acaban felizmente, un poco al estilo de las comedias de enredo shakesperianas o de nuestro Siglo de Oro, y con suplantación de personajes vía epistolar en plan Cyrano de Bergerac. Y es tan sintética como la trama que explica el trasfondo histórico-político, el sitio de Barcelona desde un poco antes, la paz de Utrecht, y hasta el combate final entre los defensores de la ciudad y las tropas de Felipe V. El conjunto es tremendamente ágil (el espectáculo tiene una duración de 40 minutos), pero tan esquemático, es lo que tienen las aucas, que, si no se conocen muy bien los detalles de la contienda y sus antecedentes, resulta muy fácil perderse un poco. La numeración de las viñetas no ayuda mucho al desarrollo de la historia; las hay que son tan cortas que se quedan en el puro enunciado (el rodolí) sin apenas traslación escénica, de manera que el número es lo que resalta más. Con todo, Auca del Born es una buena fórmula para conocer el yacimiento y visitar el espacio, por otro lado, impresionante. Conviene llegar con tiempo (el espectáculo empieza a las 21 horas pero se puede acceder al recinto media hora antes) para coger sitio en los bancos. Hasta el 28 de septiembre.

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