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La ciudad mezclada

La escritora hace de las calles de Madrid su refugio y del barrio de Malasaña su campamento base

Marta Sanz frente a la iglesia de San Antonio de los Alemanes.
Marta Sanz frente a la iglesia de San Antonio de los Alemanes.CLAUDIO ÁLVAREZ

1. Plaza del Dos de Mayo. Recuerdo perfectamente la primera vez que me trajeron a esta plaza. Fue una revelación. Era distinto a todo lo que la rodeaba. Me parece maravillosa la mezcla de niños, gente mayor, noctámbulos rezagados, perros, vendedores ambulantes… es fascinante. Es como un pequeño pueblo encajado en el corazón de la ciudad.

2. Los cafés de Malasaña. El Estar y la Manuela me encantan. El Ajenjo es el más escondido y al que voy cuando todos los demás están a reventar. Pero me gusta especialmente el Parnasillo, donde trabajan Mario y Martín, a quienes conozco de toda la vida. Allí he pasado horas haciendo grandes planes e incluso abrí una revista en los años noventa llamada Ni hablar.

3. El barrio de Lavapiés. Soy madrileña de tercera generación, algo muy raro en Madrid. Mi abuelo nació en la calle de la Cabeza, en Lavapiés, y yo doy clases de lectura en la Fundación Lenguaje, en Doctor Fourquet, así que todo queda en el barrio.

4. La puerta del Sol. Es el punto de Madrid donde se sintetiza mejor esa mezcla de lo cosmopolita y lo paleto. Es donde está el Madrid de las tiendas de souvenirs llenos de turistas deseosos de hacerse con un recuerdo, pero también es el centro de todas las manifestaciones y protestas a las que yo suelo asistir. Madrid es fusión.

5. El puente de Toledo. Precioso y olvidado. Es muy llamativo que un río tan minúsculo tenga un puente tan magnífico. Además, une dos Madrid: el del Rastro, la plaza Mayor o la puerta de Toledo y el de Carabanchel Bajo. Cuando era pequeña, cruzar ese puente significaba ir al Madrid de verdad.

6. Glorieta de Bilbao. Este es el verdadero centro neurálgico de la ciudad. Está cerca de todo: de Malasaña, de Alonso Martínez, de Argüelles y de Quevedo. Suelo quedar aquí con todo el mundo. Los que piensan que el centro es Sol, se equivocan.

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7. El Retiro. Mi abuela me llevaba de pequeña a jugar, lo que hace que sea un lugar especial para mí. Es un plus que se celebre aquí la feria del libro. Hay tres puntos que me fascinan especialmente: la rosaleda, la estatua del Ángel Caído y el Palacio de Cristal.

8. Las librerías de Madrid. Me gustan especialmente las librerías en las que he presentado libros: Tipos Infames, La Buena Vida y Alberti. Siempre me han tratado genial y todos los que trabajan en ellas son estupendos libreros y saben lo que se hacen.

9. Cines Verdi. Combinan cine familiar y de barrio con un público más exquisito y especializado que busca películas en versión original. Yo soy una espectadora más en este cine. La última película que vi fue Searching for Sugar Man (Bravo Murillo, 28).

10. Corredera Baja de San Pablo. Como me gustan tanto las mezclas de la ciudad, esta calle es un buen ejemplo de ello. Por una parte te encuentras con la pollería Manolo, con las mercerías llenas de hilos y botones y, por otro, unos cafés y unas boutiques de diseño super modernas. A toda esta fusión se le añade mi descubrimiento más reciente: la Iglesia de San Antonio de los Alemanes. Es una maravilla oculta e inesperada cuyo interior es todo color y lujo. Además, en la cripta está enterrada una de las hijas de Alfonso X el Sabio. ¡Toda una sorpresa!

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