El auto de Alaya ensombrece la toma de posesión del Gobierno de Díaz

En el momento en el que la consejera andaluza de Hacienda prometía su cargo, la juez Mercedes Alaya se hizo presente en el salón de los Espejos del palacio de San Telmo, en el que casi medio millar de personas asistía a la toma de posesión del primer Gobierno de la socialista Susana Díaz. El auto de la instructora del caso de los ERE se conoció a través de un comunicado de prensa del Partido Popular que llegó a los móviles a las 13.05 horas. A partir de entonces el estreno oficial se vino abajo y dio paso a la conmoción. “Es que esto, es que esto…”, vacilaba un diputado andaluz sin terminar la frase. Díaz se hizo la foto oficial de rigor con sus consejeros (la octava del Gobierno andaluz en algo más de cinco años), saludó rápido y se marchó a su despacho.

El auto de la magistrada no imputa a los dos últimos presidentes de la Junta, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, pero generó el mismo bombazo que si lo hubiera hecho. También están advertidos cinco exconsejeros socialistas de la Junta que Alaya relaciona con la “concesión de subvenciones al margen del procedimiento legalmente establecido”: José Antonio Viera, Francisco Vallejo, Manuel Recio, Carmen Martínez Aguayo y Antonio Ávila. Todos ellos aforados al ser diputados al Congreso o del Parlamento autónomo. Estos dos últimos asistían, en primera fila, al acto protocolario. El día anterior, Díaz decidió prescindir de ellos precisamente para evitar que la losa de los ERE cayera sobre un Gobierno al que Díaz ha puesto el estandarte de la lucha contra la corrupción. La socialista tenía claro desde el primer minuto la salida de Aguayo, pero dudó sobre si seguir contando o no con Antonio Ávila al frente de Economía. “Menos mal que lo sacó”, dijeron ayer altos cargos de la Junta y dirigentes del PSOE.

No es la primera vez que Mercedes Alaya hace coincidir sus autos con el calendario del PSOE andaluz. La última vez fue en julio pasado cuando los socialistas abrieron su proceso de primarias. Horas antes del comité director de este partido, la juez imputó a una veintena de altos y ex altos cargos por los ERE. Ahora ha rozado la excelencia de la sincronización: su escrito se conoció a la misma ahora que los consejeros prometían mantener en secreto las deliberaciones del Consejo de Gobierno.

El Ejecutivo andaluz sopesó responder, pero lo aplazó hasta hoy cuando tenga que informar de la primera reunión del nuevo gobierno presidido por Díaz. Preguntado nada más bajar de la tarima donde posó para la foto oficial, el consejero de Justicia, Emilio Llera, no daba crédito: “¿De verdad lo ha sacado hoy? ¡Es increíble, es increíble!”. Llera conoce bien Alaya, porque era fiscal decano de Sevilla hasta ser nombrado consejero hace año y medio. Según dijo, el nuevo Gobierno “es más importante que cualquier juez en Andalucía”. El vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, de IU, prometía tolerancia cero contra la corrupción; y el responsable de la Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, salía del atolladero diciendo que solo “tocaba” hablar del Gobierno. “Demasiadas coincidencias”, afirmó Elena Víboras, la titular de Agricultura.

“¿De verdad lo ha sacado hoy?”, se pregunta el titular regional de Justicia

Desde el PSOE regional, su vicesecretario general, Mario Jiménez, censuró las “casualidades sistemáticas” de los autos de Alaya, a quien reprobó su “modo de actuar”. En IU, su coordinador, Antonio Maíllo, pidió celeridad en la investigación judicial “caiga quien caiga”.

El presidente del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, insinuó que Griñán precipitó su marcha de la Junta por este auto: “Le pregunté cuáles eran los verdaderos motivos de su marcha y si nos ocultaba algo que le obligara a huir. Ahora sabemos por qué había tantas prisas”. Zoido, que es magistrado en excedencia, destacó la gravedad “de los hechos”, pidió explicaciones “inmediatas” a la nueva presidenta y consideró que se “han derrumbado los pilares de la Junta de Andalucía”.