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La deuda del Consell ahoga a la seguridad privada

Los vigilantes irán a la huelga por los continuos retrasos en las nóminas

Uno de los vigilantes de seguridad que reclaman el pago de sus nóminas.
Uno de los vigilantes de seguridad que reclaman el pago de sus nóminas. ÀNGEL SÁNCHEZ

Antonio trabaja desde 1989 en seguridad privada, los últimos años en el edificio Prop de la Generalitat en Castellón. Hace unas semanas pidió a la empresa un justificante que acreditara que no había cobrado la nómina. “No tengo vergüenza en decirlo, lo pedí para presentarlo en Cáritas y ver si allí nos dan de comer”, dice. Antonio es uno de los cerca de 340 trabajadores de CECA Seguridad encargados de la vigilancia de edificios dependientes de la Generalitat como los Prop, sedes de las consejerías de Sanidad, Bienestar Social y Justicia, varios hospitales y juzgados de la Comunidad Valenciana. No es la única que padece los continuos retrasos en los pagos del gobierno valenciano, pero la situación ha llegado al límite y los trabajadores ya han convocado una huelga para el próximo día 9. Empresa y sindicatos acudirán este viernes al Tribunal de Arbitraje Laboral (TAL) en busca de un acuerdo. “Estamos todos al borde de la miseria”, dice Pedro Rochera, representante sindical en Castellón.

Los trabajadores del Prop explican que los retrasos en el pago de las nóminas son constantes desde febrero de este año. Y esto repercute en la economía familiar. Antonio se ha cansado de ir a los bancos a decir que no puede pagar los recibos hasta que llegue la nómina. Cuando llega, se cobra el recibo más el recargo por el retraso. El sueldo ha bajado en los últimos años hasta rozar el mileurismo y, con las demoras, no alcanza a mantener a la familia. El banco ya se ha quedado con su piso y pide prestado a la familia para llenar el depósito y trasladarse al trabajo. Es un ejemplo de las desdichas personales motivadas en última instancia por los impagos del Consell.

“Nos pilló el toro de la crisis, no era lo que esperábamos cuando compramos un piso porque teníamos una buena situación, no pasa nada, me aguanto, pero tener trabajo y no cobrar es el colmo”, explica. Otros compañeros se han decidido por la vía judicial. Quieren que la empresa rescinda el contrato por los continuos retrasos y porque no pueden vivir más tiempo con esta inseguridad. En el Prop los atrasos arrastran dos nóminas, aunque recientemente se ha abonado la de julio. En otras sedes, como los edificios de Justicia, llevaban cuatro meses sin cobrar.

Saturnino Martínez es secretario del sector de seguridad privada y servicios auxiliares FeS-UGT. Según explica, en la última reunión con la empresa se les informó, mediante acta, que estos retrasos se deben a una deuda de 3,4 millones de euros de la Generalitat, lo que afecta a la liquidez y al pago de las nóminas. Ya han convocado una huelga del 9 al 13 de septiembre. “El día que la convocamos llamaron al presidente del comité de empresa para comunicar que se había pagado algo”, dice Rochera. De hecho, los trabajadores del Prop reconocen que hace poco cobraron la nómina de julio.

La salida al conflicto podría llegar este viernes. Ambas partes acudirán al TAL como paso previo a la huelga. “Si la Generalitat garantiza que les van a incluir en el próximo plan de pagos a proveedores, la empresa nos dice que pagarán los retrasos porque ya tendrían una entidad que les adelantara el dinero”, explica Saturnino Martínez. Además, la Tesorería de la Generalitat tiene previsto desembolsar 300.000 euros esta misma semana, según han informado desde la consejería de Hacienda. Martínez indica que el caso de CECA no es único. Otras en el sector, también con deudas importantes, han acabado optando por no presentarse a las convocatorias.

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