_
_
_
_
_
FUSIÓN | Flamenco Jazz Company
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un hermanamiento múltiple

Jazz y flamenco han experimentado ya tan buenos maridajes que se les diría nacidos para conocerse

Desde las primeras indagaciones del maestro Iturralde, jazz y flamenco han experimentado ya tan buenos maridajes que se les diría nacidos para conocerse, aunque sus territorios respectivos sean mucho más vastos que la franja de intersección. La propuesta de Jazz Flamenco Company, que ayer inauguraba (aún con poco público) su semana de comparecencias en el Café Central, bien merece un hueco en esta nómina de interacciones ilustres. Aún no ha despuntado este sexteto que debiera tener más fortuna con su notable tercer trabajo, Rumbo desconocido, que ve la luz hoy mismo y anoche propició pasajes muy hermosos. Con mucho apego por la melodía y ni un solo suministro indiscriminado de semicorcheas.

JFC opera como un doble triplete: el trío del experimentado pianista Pedro Ojesto, que comanda el barco con el balanceo de su melena blanquecina, y la juventud casi insultante del cantaor Israel Fernández y el guitarrista Joni Jiménez. El cubano Segundo Mijares integra ambos universos y sugiere paisajes adicionales cuando sustituye el saxo tenor por ese modelo sintetizado que hizo fortuna en el jazz-fusión tres décadas atrás.

Hay, en fin, valentía y —como bien sugiere el título del disco— muy escaso apego por los corsés. Somos esa luz es un bolero agitanado y con modulaciones que nunca sospecharía Armando Manzanero. El fandango Donde se bañó el león o esa zambra enredada en un compás jazzístico de siete por ocho regalan momentos inspiradísimos. Dirán los puristas que a Israel aún le falta dolor y quejío, pero lo canta todo tan bonito que parece una objeción quisquillosa. En realidad, FJC opta siempre por el fraseo limpio, con Ojesto mucho más preocupado por transmitir que por abrumar. Los mismos postulados con los que Mijares se gusta en Recuerdo a Mariano: elegancia, sinceridad, comedimiento. Urge descubrir a esta media docena de artistas que hermanan sensibilidades, generaciones y disciplinas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_