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La mujer de Cabanas fue violada y acuchillada tres veces junto a su casa

El cadáver fue localizado por unos vecinos cerca de su domicilio con signos de violencia

La Guardia Civil vigila la zona donde fue hallado el cadáver
La Guardia Civil vigila la zona donde fue hallado el cadáver kiko Delgado (EFE)

Elisa María Abruñedo fue acuchillada tres veces con saña en una zona boscosa a escasos 400 metros de su casa de Cabanas, muy cerca de la carretera que conduce a Fene. Su cadáver apareció semidesnudo y ensangrentado junto a una pista forestal de Lavandeira con signos de haber sido violada. La encontró de madrugada un vecino, uno de los muchos que la buscaban desde la noche del domingo por los alrededores, por donde solía ir a caminar cada día sola o junto a su marido.

La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación de un crimen que ha enmudecido a los vecinos de Cabanas, un municipio pequeño y litoral que apenas pasa de 3.000 habitantes y donde prácticamente todos se conocen, especialmente en la parroquia de Soaserra, donde vivía la víctima. Elisa, de 46 años, casada y con dos hijos, salió a pasear la tarde del domingo como tantas otras. Ese día lo hizo sola porque su marido acudía a un entierro. Poco antes del anochecer, un vecino la vio caminando de vuelta hacia su casa, una vivienda unifamiliar de dos plantas que se asoma a la carretera. Ahí se perdió su pista. No llevaba dinero ni documentación y para los investigadores de la policía judicial de A Coruña y Ferrol, cobra fuerza la hipótesis de una agresión sexual como móvil que terminó en asesinato. Los investigadores centran ahora sus pesquisas entre los conocidos de la mujer y buscan el arma, posiblemente un cuchillo.

Desde el primer momento, la familia de Elisa temió que le hubiera pasado algo y empezaron a buscarla la misma noche del domingo al ver que no regresaba de su paseo. El lunes, unos 70 vecinos y voluntarios de Protección Civil se organizaron durante todo el día para peinar los montes de la zona y rastrear los caminos con perros adiestrados junto al marido y los dos hijos de la víctima. El propio alcalde de Cabanas, Germán Castrillón, contactó con la Asociación gallega de canes de salvamento (Cagasa) para que los ayudaran a buscar a Elisa ya que estaban seguros de que la mujer no se había marchado por su propia voluntad. La familia reconoció una huella suya a unos cinco kilómetros de la vivienda y la buscaron por allí tratando de desandar la ruta que seguía habitualmente, explica Alejandro Barreiro, de Cagasa. A la una de esta pasada madrugada, un vecino localizó el cadáver ensangrentado junto a un pinar a pocos metros de su propia casa. Agentes de la Guardia Civil han acordonado la zona en la que fue hallado el cuerpo de Elisa y buscan pistas que ayuden a esclarecer el crimen. El cuerpo fue trasladado al hospital donde se le practicará la autopsia para determinar la causa exacta de la muerte.

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