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Un sindicato policial denuncia de nuevo el estado de la comisaría de Zapadores

Se apagan los ordenadores debido al calor, y algunos de los agentes van en autobús a patrullar

En la comisaría de Zapadores de Valencia se apagan los ordenadores debido al calor, y algunos de los agentes han de ir en autobús a patrullar. Estas son algunas de las denuncias de la Unión Federal de Policía (UFP), que en un comunicado ha querido mostrar su preocupación e indignación por la “precariedad” y “malas condiciones” en las que se encuentra la Policía Nacional en la Comunidad Valenciana.

La asociación de agentes avisa de la paralización de la segunda fase de las obras de la comisaría Zapadores que, “a pesar del compromiso de la delegación de gobierno”, no está “presupuestada ni licitada”.

El secretario de la UFP en la Comunidad Valenciana, Luis Castillejo Anaya, alerta también sobre la “precariedad” de la comisaría de distrito centro, cuyo personal fue trasladado al complejo de Zapadores cuando su edificio fue declarado en riesgo de ruina. Este traslado de personal, además de provocar una masificación en Zapadores ha llevado a extremos surrealistas el trabajo policial rutinario, “habiéndose planteado la necesidad de tener que coger el autobús para salir a patrullar”.

Además, precisamente la oficina de denuncias y de atención al ciudadano de la comisaría del distrito centro, ha sido ubicada “en el barrio chino”, un barrio de cierta peligrosidad en el que se concentra prostitución y menudeo de droga. Los agentes alertan con sorna: “Como alguien vaya a denunciar un robo, igual le quitan en el camino lo que no le habían robado”.

Por otra parte, la UFP denuncia la ausencia de aire acondicionado en las comisarías valencianas, debido entre otras cosas a la suspensión de pagos de la empresa encargada del mantenimiento. Como consecuencia, ciudadanos y agentes han de sufrir “un calor insoportable” que ya ha provocado que el sistema se haya caído “dos veces este verano”.

Ante la respuesta de Madrid, que no hay dinero, la UFP lo valora de manera distinta: “Estamos en una situación tercermundista y la falta de presupuesto es una excusa”.

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