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Los juguetes cambian de palacio

Una de las jugueterías más antiguas de Barcelona abandona su emblemática ubicación, junto al Portal de l'Àngel, tras 78 años de historia

Jessica Mouzo
Fachada del Palacio del Juguete, en Barcelona.
Fachada del Palacio del Juguete, en Barcelona.CONSUELO BAUTISTA

“¡Papá! Yo quiero ese coche, el azul”, susurra un niño a su padre mientras señala una de las vitrinas del Palacio del Juguete, en Barcelona. Protegidos tras unas vidrieras acantonadas por viejos marcos de madera, una retahíla de coches diminutos, soldaditos de colores y pizpiretas muñecas de plástico, comparten escaparate con carteles en los que se lee Liquidación y Nos trasladamosy que cuelgan de la vetusta fachada de la tienda. La imposibilidad de afrontar el pago del nuevo alquiler que les exige el propietario ha obligado a los dueños del Palacio del Juguete a abandonar, tras 78 años en la calle del Arcs, junto al Portal de l'Àngel y a un tiro de piedra de la Catedral, el antiquísimo local.

Las miniaturas expuestas en los escaparates de la tienda custodian los últimos instantes de una juguetería que soportó hasta los embistes de la Guerra Civil. “En la zona de la caja registradora aún se puede ver el agujero que dejó la metralla de una bala”, explica Xavier Banchs, uno de los dueños del comercio. Su abuelo tomó las riendas del Palacio del Juguete en 1936 cuando los antiguos propietarios entraron en quiebra por la vicisitudes de la guerra.

Casi 80 años después, la juguetería muda de nuevo, aunque esta vez, no de dueños, sino de lugar. La familia Banchs no puede afrontar el reajuste económico del alquiler que prevé para 2015 Ley de Arrendamientos y que podría superar, según el dueño de la juguetería, hasta los 30.000 euros mensuales. “No podemos pagar lo que nos piden. Es imposible alcanzar esas cifras vendiendo juguetes”, señala Banchs.

La familia Banchs no puede afrontar el reajuste económico del alquiler que prevé para 2015 Ley de Arrendamientos

El tendero lamenta que, con la nueva ubicación —en el número 3 de la calle Capellans— perderán el peso turístico con el que contaban hasta ahora en una de las arterias más comerciales del centro de la ciudad. “Nos vamos a segunda línea pero la gente de aquí nos conoce y nos buscará”, confía.

El traspaso del local, que según Banchs estaba asumido desde hace mucho tiempo, se ha adelantado poco más de un año —el contrato expira a finales de 2014— tras llegar a un acuerdo con el propietario del inmueble. En un mes, coincidiendo con las fiestas de la Mercè en Barcelona, la juguetería cerrará definitivamente sus puertas en la calle dels Arcs. Su lugar lo ocupará una franquicia de la marca de zapatos Geox. No es el único local del Gòtic que sucumbe ante el elevado precio de los alquileres: la histórica libreria Canuda cerrará en octubre para dar paso a una conocida marca de ropa.

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El nuevo espacio arrendado por la tienda de juguetes será más limitado. De los 256 metros cuadrados de la actual ubicación, la juguetería pasará a contar solo con 45 metros cuadrados. “Como el espacio se reduce, estamos liquidando muchas cosas. No tendremos piezas grandes, solo juguetes pequeños”. Aunque en un lugar diferente y mucho más reducido, la familia Banchs ha confirmado que los cachivaches del Palacio del Juguete seguirán teniendo cuerda para rato.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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