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Arranca la marcha de la Assemblea Groga por la educación pública

La manifestación, que salió de Ribes de Freser, durará hasta el día 31 de agosto

Unas 150 personas de la plataforma Assemblea Groga —integrada por representantes de guarderías, asociaciones de padres, profesores de secundaria, maestros, universitarios, interinos y estudiantes— se desplazó ayer de Barcelona a Ribes de Freser (Ripollès), para empezar una marcha en defensa del actual modelo de educación pública que durará hasta el 31 de agosto. La protesta, que recorrerá 140 kilómetros, cuenta con 300 inscritos.

El portavoz de la plataforma, Óscar Simón, explicó que la salida de Ribes de Freser se debe a que la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, pasa allí el verano. La Assemblea Groga calienta, así, motores de cara al curso escolar, que empezará el 12 de septiembre. Los recortes aplicados estos últimos años no se han revertido y se esperan nuevos ajustes, ya que el presupuesto prorrogado para este año exige unos recortes adicionales de unos 2.500 millones de euros.

El nuevo ajuste presupuestario se sumaría al 12% que ya acumula el sistema educativo. El foco estará en la alerta que dieron algunas escuelas de casos de malnutrición en las aulas. La consejera de Enseñanza, Irene Rigau, se comprometió a aumentar la dotación de becas comedor —después que se hayan reducido un 20% en los tres últimos años—, aunque este compromiso todavía no se ha concretado.

3.000 profesores menos

El profesorado, por su parte, ha sufrido un recorte salarial del 15%, ha visto cómo aumentaba el número de alumnos en las aulas, los tijeretazos del 20% en los recursos que se destinaban en las escuelas y la demora de hasta dos semanas para sustituir a los docentes que caen enfermos. Además, el curso pasado se perdieron 3.000 profesores —Rigau ha asegurado que este año se mantendrán— y se han reducido las subvenciones a las guarderías.

En la educación superior, habitualmente muy reivindicativa, ha sido especialmente notorio el encarecimiento de los estudios. Se creó la tasa de 360 euros para la formación profesional de grado superior y se incrementó hasta el 66,7% el precio de las matrículas universitarias, que para el próximo curso se congelan. También se ha recortado un 20% la dotación a las universidades en tres años. Además, el curso pasado se perdieron unos 660 profesores.

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