Desarticulada una banda que abusaba de menores a cambio de regalos en Madrid
Una de las víctimas había sido forzada a mantener relaciones sexuales desde los 12 años
La Guardia Civil ha desarticulado una banda formada por seis españoles que se dedicaba a prostituir a menores de edad de municipios de la zona sur de la Comunidad de Madrid, según ha informado esta mañana el instituto armado. Los arrestados captaban a sus víctimas a través de las redes sociales. Les ofrecían regalos y dinero con la única intención de mantener relaciones sexuales con ellos.
Las pesquisas que dieron inicio a la llamada Operación Guardador se iniciaron a través de la denuncia de un menor que estaba interno en un centro de rehabilitación psicosocial de la Comunidad de Madrid y que, próximo a cumplir la mayoría de edad, había sido obligado a prostituirse desde los 12 años.
La forma de actuar de esta red era siempre la misma. Contactaban con los menores, a los que pagaban en efectivo tras mantener los contactos sexuales. En otras ocasiones, les regalaban diferentes objetos muy atractivos para los menores como teléfonos móviles, consolas de videojuegos o tabletas.
Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) analizaron los perfiles de los usuarios de las redes sociales hasta que lograron identificar a los adultos detenidos junto con más de 20 menores, todos varones de entre 12 y 16 que eran obligados a prostituirse.
Una vez que fueron identificados y localizados los presuntos autores del delito, todos ellos en la zona sur de la región madrileña, los guardias civiles efectuaron con el correspondiente mandamiento judicial la entrada y registro de los domicilios de los seis detenidos.
Del análisis de los efectos intervenidos en los registros y las declaraciones de los menores, los investigadores aclararon el modo en que entraban en contacto los arrestados y como se vieron obligados a permanecer en esta situación al crearse una dependencia económica. Los menores, tras contactar a través de las redes sociales, eran recogidos en lugares próximos a su residencia y trasladados a domicilios, viviendas unifamiliares en urbanizaciones alejadas, trasteros e incluso descampados, donde mantenían los encuentros sexuales.
Los adultos también incitaban a los menores para que introdujeran a otros amigos suyos, también menores de edad, a realizar este tipo de prácticas sexuales. En varias ocasiones se produjeron encuentros sexuales de los detenidos con más de un menor.