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Condenado a 17 años por asesinar al guarda de la finca donde dormía

El acusado mató a la víctima asestándole varios golpes en el cráneo con una llave metálica

La Audiencia de Girona ha condenado a 17 años y medio de cárcel al guineano de 24 años que un jurado popular declaró a medidos de julio culpable de asesinar a Josep Salis Salichs, el guarda de la finca Ca l’Artau de Vilobí d’Onyar. La sentencia, en virtud del veredicto de culpabilidad, considera probado que Sayon Kourouma mató a la víctima asestándole repetidos golpes en el cráneo con una llave metálica de rueda de coche. Además, lo hizo a traición y aprovechándose de la confianza que le tenía la víctima, que le dejaba dormir en un turismo dentro de su finca.

A pesar de que durante la vista oral el reo aseguró que no era el autor de la muerte de Sais, y mantuvo que se lo había encontrado agonizando, el jurado no le creyó y dio mayor verosimilitud a la versión del fiscal. Según el relato de la fiscalía, recogido por la sentencia, entre las 21.30 y las 23.20 horas del 6 de septiembre del 2011, Sayon Kourouma, a quien el guarda tenía acogido desde hacía tiempo para evitar que durmiera bajo un puente, le golpeó causándole traumatismos craneales que acabaron con su vida. El jurado también tuvo en cuenta los restos de sangre y huellas, y el testimonio de algunos vecinos que contradecía la versión del procesado para condenar al guineano.

La sentencia de la sección tercera de la Audiencia, de la que ha sido ponente la magistrada Carme Capdevila, argumenta que para cometer el crimen, el procesado “se aprovechó de que la víctima se encontraba desprevenida para golpearla con fuerza en la cara y en la cabeza, de forma súbita e inesperada, anulando cualquier posibilidad de defensa”.

La sentencia considera que el acusado realizó el crimen a traición,  aprovechándose de que la víctima le dejaba dormir en un turismo dentro de su finca

Aunque la sentencia no recoge el móvil del crimen, el jurado consideró probado que el guineano actuó por resentimiento porqué la víctima le había dicho que le regalaría el coche en el que le dejaba dormir. Como el día de autos habían ido a hacer el cambio de nombre de los papeles y no había sido posible, esto hizo que los dos hombres discutieran y por la noche le mató.

El fiscal pidió para el asesino una pena de 18 años, 20 años la acusación particular y la pena mínima la defensa. Finalmente la magistrada le ha condenado a 17 años y medio. En su resolución, justifica por qué le impone una pena superior al mínimo legalmente establecido. Por un delito de asesinato cabe imponer una pena de entre 15 y 20 años, en este caso “el hecho de acabar brutalmente con la vida de la persona que le había ayudado y acogido en su finca, supone un plus de reprobabilidad”.

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A parte de la pena de prisión, la sentencia condena al asesino a no poderse acercar durante 21 años a las localidades de Lloret de Mar y Blanes, donde los familiares del fallecido tienen fijada su residencia. En concepto de responsabilidad civil, el Tribunal ha impuesto al procesado el pago de una indemnización de 155.000 euros, de los que 100.000 serán para los padres y el resto a dividir en partes iguales para cada una de las dos hermanas de la víctima. La sentencia, que no es firme, se puede recurrir en un plazo de 10 días ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).

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