Anulan un juicio porque tribunal y fiscal hablaron en la sala sobre cómo iba la vista
El TS cree que afectó a la imparcialidad judicial y a la presunción de inocencia y ordena repetir el proceso contra un acusado del homicidio, condenado a cinco años y seis meses
El Tribunal Supremo (TS) ha ordenado a la Sección Sexta de la Audiencia de Barcelona repetir el juicio contra un acusado de un intento de homicidio en Mataró al considerar que una conversación entre el tribunal y la fiscal antes de concluir la vista vulneró su presunción de inocencia. En la sentencia, el Supremo ha dado la razón a la defensa del acusado que interpuso un recurso de casación contra el fallo de la Audiencia -que lo había condenado a cinco años y seis meses de cárcel- por haber "tomado la decisión de condenarle con anterioridad a la finalización del juicio oral".
El juicio se celebró durante tres días entre los meses de junio y julio de 2012 y, al final de la segunda de las sesiones, miembros del tribunal y la fiscal tuvieron una conversación dentro de la sala sobre cómo iba la vista y las pruebas que faltaban, lo que en opinión del acusado afectó a la imparcialidad judicial y a la presunción de inocencia. Ahora, el Supremo ha constatado, tras escuchar la grabación audiovisual aportada, que existió esa conversación en los términos en que denunció el acusado, lo que en opinión del Alto Tribunal supone un "desequilibrio procesal".
"Con semejante proceder se lesionó, en efecto, el derecho al proceso debido que asiste a quien ahora recurrente, en su vertiente de derecho a la igualdad de armas", ha valorado el Supremo, que ha declarado la nulidad del juicio y ha ordenado que se vuelva a celebrar ante un tribunal con otros jueces. Sin embargo, el Supremo matiza que el hecho de que algún componente del tribunal "disertara acerca del resultado de ciertas pruebas ya practicadas" no compromete de alguna manera la imparcialidad de la sala. Iván G. había sido condenado por la Audiencia de Barcelona por un delito de homicidio en grado de tentativa con el atenuante de embriaguez, por clavar una navaja a un joven en el aparcamiento de la discoteca Activa de Mataró (Maresme) en junio de 2010 que a punto estuvo de acabar con su vida.
