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MANUEL PALOMAR | Rector de la Universidad de Alicante

“Las universidades privadas van por doble vía y adelantan cuando quieren”

El rector de la Universidad de Alicante denuncia la proliferación de universidades privadas sin “avales científicos y académicos”

Manuel Palomar, rector de la Universidad de Alicante.
Manuel Palomar, rector de la Universidad de Alicante.PEPE OLIVARES

El rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar (Ontinyent, 1964), además de ser el presidente de turno de la Conferencia de Rectores de las Universidades Valencianas, acaba de asumir la presidencia de Xarxa Vives, que aglutina a 21 universidades del ámbito lingüístico catalán. Palomar denuncia la proliferación de nuevas universidades privadas, como la Católica de Sant Joan d’Alacant y la Mare Nostrum en El Campello, sin “avales científicos y académicos”. El catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos considera que la subida de tasas académicas en el sistema público genera “desigualdad”.

P. Las relaciones entre la Generalitat y los rectores valencianas no viven su mejor momento. ¿Qué ha pasado?

R. Tenemos algunas discrepancias en algunas políticas universitarias, como la subida de tasas en los másteres o que seamos el sistema público con el mayor incremento de matrícula. Somos una comunidad cara para estudiar, estamos junto con Cataluña y Madrid a la cabeza.

P. ¿Y qué supone esto para los alumnos?

R. A ellos les genera incertidumbre y supone una desintegración del sistema público de universidades. Una política responsable sería integrar y unificar las tasas para no generar desigualdades económicas en el acceso a la universidad. La matrícula de grados más cara está en Cataluña (entre 1.516-3.372 euros), en Madrid (1.066-1.357 euros) y en la Comunidad Valenciana (1.420 y 1.600 euros). En Murcia es más barato, la matrícula de grado oscila entre 678 y 1.044 euros y en Cantabria entre 619 y 967. Esta disparidad de precios genera competencia y cierta incertidumbre entre el alumnado, que no sabe al final cuánto le costará su carrera.

P. ¿Hay riesgo de expulsión?

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“Ante el aumento de tasas, hay que aplicar una política agresiva de becas”

R. Claro, porque hay muchas diferencias entre unas comunidades y otras, y eso genera diferencias. Las universidades públicas valencianas estamos en la franja más alta de matrículas. Si aquí cuesta el doble que en Murcia el alumno se lo pensará y algunos se marcharán. No tenemos datos, pero entiendo que en el sur de Alicante, que está equidistante, les da igual estudiar en Murcia que en Alicante.

P. ¿Pero a qué se debe esa diferencia de precios?

R. Las tasas son un efecto recaudatorio de las comunidades autónomas, y esto supone un desequilibrio y una merma de uno los pilares básicos del Estado de bienestar. Yo creo que la educación superior es el proyecto social más importante que tenemos, y en estos momentos el modelo educativo se está desintegrando.

P. ¿Cree que se puede reconducir esta situación?

R. Los rectores valencianos hemos dado muestra de colaboración evidente, como en el mapa de titulaciones o el libro blanco de la empleabilidad. Hemos intentado siempre negociar y adaptarnos a la realidad, y pese a esos esfuerzos de política conjunta, de repente y sin avisar, aparece una propuesta de aumento de tasas en los másteres o se autorizan títulos y nuevas universidades privadas sin aval científico o académico.

P. ¿Qué opina de que pronto la oferta de educación superior privada será mayor que la pública en la Comunidad Valenciana?

R. Esto demuestra que no existe una apuesta por un modelo claro y coherente de educación superior, hay dos ritmos o dos vías. Las universidades privadas que van por doble carril y adelantan cuando quieren y las públicas que solo tenemos uno, y estamos bloqueadas por los recortes y la falta de inversión. Lo peor de todo es que no hay un proyecto claro ni definido.

P. La investigación está siendo otra perjudicada por los recortes. ¿Cómo están haciendo frente a esta situación?

R. El principal objetivo está en la Comisión Europea, en el Programa 2020, que contempla unos 70.000 millones de euros en ayudas para los próximos siete años. Tenemos depositadas todas las esperanzas en Bruselas, porque aquí el Gobierno tiene dificultades económicas y para investigar debemos pensar en Europa.

Tenemos depositadas todas las esperanzas en Bruselas

P. ¿Qué consecuencias y riesgos tiene el recorte de las becas?

R. Ante el aumento de las tasas hay que aplicar una política agresiva de becas, es importante y necesaria. El problema es que en este país se optó por el efecto recaudatorio: más tasas y menos inversión. Y hay un deterioro de la política social de becas, pero el acceso a la educación superior es esencial y nadie debe quedar excluido por cuestiones económicas.

P. Y sobre financiación: ¿Han renunciado ya a cobrar la deuda histórica?

R. Esto está aparcado por parte de la Generalitat, lo que está funcionando bien es la comisión mixta de las universidades con Hacienda para hacer un seguimiento del día a día financiero y para recibir transferencias corrientes cada mes e intentar recuperar parte de la deuda acumulada entre 2009 y 2012.

P. La reforma Wert para las universidades ha generado un gran malestar. ¿En su opinión qué es lo peor que plantea?

R. El informe de expertos nació viciado, no eran expertos con un conocimiento amplio y global, no tenían la experiencia necesaria y no tenían una amplia visión de lo que es la universidad. Había una parte de investigación correcta pero no recogía la realidad académica de la universidad del siglo XXI. El informe tenía cosas buenas pero otras de difícil aplicación. Ahora la comisión de la CRUE para trabajar en el nuevo modelo será mejor. Yo pienso que hay que adaptarse y plantear entre todos una nueva gobernanza de la universidad. Tendremos que cambiar y mejorar muchas cosas, pero entre todos, sin imposiciones.

“En el minuto uno la Generalitat enterró el mapa de titulaciones”

P. ¿Cree que el nuevo mapa de títulos de grados, que fija 50 alumnos mínimos de matrícula por aula, puede hacer desaparecer muchos títulos?

R. El mapa de titulaciones es un marco. Si en él aparecen nuevos grados y titulaciones en la VIU o de las privadas se rompe. El mapa deja de tener sentido si se aprueba una cosa y luego la Generalitat autoriza otra. En el minuto uno la Generalitat enterró el mapa de titulaciones al autorizar nuevos grados a los centros privados.

P. ¿Y ellos son conscientes?

R. La Generalitat tiene el liderazgo político y debe ser consciente de que ha roto el statu quo y no ha dado explicaciones. Tras el acuerdo del mapa de titulaciones se aprobaron nuevos títulos para la VIU y nuevos másteres en universidades privadas. El discurso político de la Generalitat no coincide con los hechos y eso es un error.

P. Pero la Generalitat no se da por aludida…

R. El mapa no es un documento cerrado, es un marco de colaboración entre las universidades que, define unos parámetros pero eso debería evitar que aparecieran nuevos grados sin consenso ni estudios previos.

P. Una de las consecuencias de la crisis es la generación perdida, de jóvenes bien formados que tienen menos expectativas que sus padres. ¿Qué reflexión le merece esta situación?

R. Los que estamos al frente de las instituciones hemos de reflexionar sobre qué se ha hecho mal, y es evidente que no hemos sabido encadenar adecuadamente una generación con otra. El resultado de lo que pasa no es culpa de los de ahora sino de los que estuvieron hace quince años, y ahora no hemos dado oportunidades a los mejor formados. Creo que estábamos instalados en la estética del consumo y no en la ética del esfuerzo.

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