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Mas pide a Rajoy que colabore para celebrar una consulta “bien hecha”

“Por nosotros no quedará”, insiste el presidente de la Generalitat

Artur Mas, Presidente de Cataluña.
Artur Mas, Presidente de Cataluña.Albert Garcia

Después de enviar la carta a Mariano Rajoy en la que le reclama el inicio de una negociación para celebrar una “consulta pactada”, Artur Mas volvió a reclamar ayer la colaboración del Estado. Se trata, dijo, de que se “tienda la mano” a Cataluña y se evite “poner trabas” para hacer posible una consulta “bien hecha”. O sea, pactada entre el Gobierno central y el catalán.

Eso es lo que ha sucedido ya en dos ocasiones en Quebec y lo que ocurrirá el próximo año en Escocia, pero a lo que hasta ahora se ha negado el Gobierno del PP y que rechaza también el PSOE que lidera Alfredo Pérez Rubalcaba, los dos partidos mayoritarios en España.

No hay ninguna señal de que el Gobierno de Madrid vaya a recoger el guante del diálogo que desembocaría en una consulta legal y pactada sobre la independencia de Cataluña, pero Mas esquivó ayer situarse en el escenario político que se abrirá si Rajoy dice que no. Su estrategia pasa por cargarse de razón y abordar después las diversas posibilidades de las que habla el informe del Consejo para la Transición Nacional que acompaña la carta de Rajoy y que también comportan diversas consecuencias legales y políticas.

“Necesitamos que las dos partes se pongan de acuerdo y pacten”, dijo Mas, quien insistió en que “por nosotros no quedará”. “Espero que algún día se den cuenta de que tienen que tender la mano a Cataluña para que los ciudadanos se puedan pronunciar sobre su futuro político”, insistió Mas.

En previsión de que el Gobierno del PP rechace la negociación para pactar la consulta, Mas hace meses que trabaja en un plan B todavía por definir

En previsión de que el Gobierno del PP rechace la negociación para pactar la consulta, Mas hace meses que trabaja en un plan B todavía por definir: desde la convocatoria unilateral de una consulta al amparo de una ley catalana a la convocatoria de elecciones plebiscitarias. Ninguna de esas opciones barajadas por los expertos ofrece la seguridad jurídica ni los efectos vinculantes que el plan A de la consulta pactada, pero nadie duda que si esta no es posible, Mas no se quedará de brazos cruzados después de haberse comprometido hasta la saciedad en que esta legislatura se convocaría a los catalanes a las urnas para pronunciarse sobre la independencia.

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A la espera de que se vayan quemando etapas, los partidos hicieron ayer una valoración muy dispar de la carta de Mas. El portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, la calificó como “la puesta de largo de Cataluña, una entrega de credenciales ante España y el mundo”. Por su parte, el diputado del PSC en el Parlament Xavier Sabaté ha aseguró que “ya era hora que [Mas] se pusiese a trabajar” y matizó que “lo mínimo que se puede hacer es una carta”. La portavoz de ICV y diputada en el Congreso, Laia Ortiz, expresó sus “dudas”, no de los contenidos de la carta, sino de las formas. Por el contrario, el secretario general y portavoz de Ciutadans, Matías Alonso, declaró que “la carta es un paso más en la hoja de ruta para separar a Cataluña” y que la Generalitat “está intentando dar legitimidad a un proceso ilegítimo”.

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