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El presidente pide un déficit más amplio porque el previsto se va en intereses

El jefe del Consell descarta aumentar la presión fiscal a las "clases medias y bajas"

“No podemos seguir siendo la comunidad con más déficit”, acabó declarando el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, tras el pleno del Consell. En el marco de la reivindicación del esfuerzo por recortar gastos y racionalizar la Administración de sus dos años al frente del Ejecutivo autonómico, un periodo que calificó de “intenso”, Fabra recordó: “Partíamos de un déficit del 5%, que suponía una falta de ingresos con respecto a gastos de 5.000 millones de euros al año”. Eso obligó a adoptar políticas de ahorro con las que se alcanzó en 2012 un déficit del 3,5%, el más alto de cualquier comunidad autónoma, dos puntos por encima del 1,5% marcado por el Gobierno.

Fabra insistió reiteradamente en la necesidad de que el Gobierno permita un “déficit asimétrico” que tenga en cuenta el esfuerzo realizado por quienes partían de una situación peor y, como en el caso de la Comunidad Valenciana, están infrafinanciados. “Si no hubiera financiación asimétrica, no estaríamos pidiendo déficit asimétrico”, sentenció Fabra, que intentó aportar datos positivos sobre creación de empresas, superávit en las exportaciones y aumento en el número de turistas para fundamentar el mensaje de que “lo peor ya ha pasado”.

El presidente aseguró que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, es consciente del esfuerzo de ahorro que se está realizando en la Comunidad Valenciana, se congratuló de los mecanismos puestos en marcha por el Gobierno, como el Plan de Pago a Proveedores y el Fondo de Liquidez Autonómico, pero reconoció que los intereses de la deuda en la que se convierten esas ayudas alcanzan ya el 1,2% del PIB. Por eso insistió: “A principios de año teníamos un déficit autorizado del 0,7%, ahora del 1,3% y tratamos de que se amplíe al 1,7% o el 1,8%”. El 1,3%, vino a decir, si ya tienes una “carga financiera del 1,2%, no será viable”.

Fabra, que reconoció “importantes tensiones de tesorería en 2011 y 2012”, insistió en mantener las prestaciones relacionadas con sanidad, educación y bienestar social, descartó aumentar la presión fiscal a “las clases medias y bajas” y apuntó subidas de impuestos como los del juego.

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