_
_
_
_
_
FESTIVAL DE JAZZ DE SAN SEBASTIÁN

Elvis Costello, enorme y esencial

El concierto, más eléctrico que en visitas anteriores, recopiló las esencias de su trayectoria

San Sebastián -
Elvis Cosello en su concierto del Festival de Jazz de San Sebastián.
Elvis Cosello en su concierto del Festival de Jazz de San Sebastián.JAVIER HERNÁNDEZ

Elvis Costello, enorme, ha vuelto a regalar un concierto memorable en el Festival de Jazz de San Sebastián, esta vez con una recopilación de las esencias de su extensa trayectoria, de una carrera apoyada en unos magníficos directos. La actuación, la primera de minigira por España, estuvo arropada por unos cuantos miles de seguidores en la playa de La Zurriola, en las horas más tardías de una jornada que ofreció también la música del quinteto de Steve Swallov y la del madrileño Jorge Pardo en la plaza de la Trinidad.

Costello ofreció en sus dos paradas anteriores en el Heineken Jazzaldia, en 2007 junto a Allen Toussaint y en 2010 con The Sugarcanes, facetas distintas a la este año, en que la que ha optado por un concierto mucho más eléctrico, que ha girado por el epicentro de su historia creativa acompañado por los nuevos Imposters. El artista británico ha dado cuenta de lo más genuino de su casi inabarcable lista de canciones, en la que no han faltado títulos como Alison, She, Chelsea y I Can't Stand Up for Falling Down, con la que abría con puntualidad británica, 30 minutos después de la medianoche, su impresionante actuación.

El músico británico estuvo acompañado por los nuevos Imposters

A ritmo frenético se sucedió después un repaso a sus temas de los 80. Cuando llegó Bedlam ya había cambiado varias veces de guitarra, pero tras esta canción dio un giro. Costello saludó al público, dijo que es un placer volver a San Sebastián pero que sentía hacerlo en "circunstancias tan tristes", al día siguiente de la tragedia ferroviaria de Santiago de Compostela. A sus víctimas las ha homenajeado con Shipbuilding, acompañado solo al piano. A este tema siguió She, maravillosamente cantada como el resto, y luego, creciendo de nuevo el ritmo, A Slow Drag With Josephine y Oliver's Army. Con Almost Blue llegó de nuevo el tiempo lento, la música para su esposa, Diana Krall, que recordó que el próximo domingo estará en la jornada de clausura del Heineken Jazzaldia.

No todos los que estaban en la playa, uno de los escenarios gratuitos del Festival, coreaban los temas del artista británico, muchos aún no habían nacido cuando lo hicieron algunas de sus composiciones, pero el poder imparable de este gran músico los ha mantenido atentos en la arena, pese a que una casi imperceptible lluvia iba calando poco a poco. El final, pura energía. A Red Shoes, enlazada con una versión del Purple Rain, de Prince, le siguieron Pum it Up y la fabulosa Peace, Love and Understanding, de Nick Lowe, que hace tiempo incorporó a su repertorio. Costello encajó su programa en hora y media justa. No hubo bises.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_