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Reestablecido parcialmente el tráfico entre Santiago y Ourense

La mayoría de vagones han sido retirados y dos de las tres vías afectadas ya funcionan

El lugar del accidente, este viernes por la mañana.
El lugar del accidente, este viernes por la mañana.AFP

La aldea de Androis, lugar a las afueras de Santiago donde descarriló el tren, se ha levantado por segundo día consecutivo inundado de periodistas, curiosos y unidades móviles de los medios de comunicación. Decenas de trabajadores ataviados con petos amarillos seguían trabajando en las vías, asistidos por bomberos y vigilados por policías nacionales y una multitud de cámaras de vídeo. Del tren descarrilado ya casi no quedaba ni rastro. Solo la locomotora y el segundo vagón seguían yaciendo en un lateral de las vías, esperando su retirada.

Renfe ha informado esta mañana que dos de las tres vías que quedaron afectadas por el siniestro han recuperado la circulación. La vía tres, que presta servicio a la línea de tren convencional, ha recuperado la normalidad a las 5:30 de la mañana. Las otras dos vías afectadas, por las que normalmente circulan los trenes Avant que cubren el trayecto Ourense-Santiago-Coruña como el que descarriló, no han recuperado todavía el servicio al 100%.

Actualmente solo en una de estas dos vías, la dos, puede circular este tipo de tren, y a una velocidad muy reducida. El servicio se ha reestablecido a las 7:30 de la mañana, pero los trenes avant deben reducir la velocidad a 30 km/h a su paso por la zona. La otra vía, por la que circulaba el tren que descarriló, sigue sin poder usarse. Desde ADIF no tienen todavía ninguna previsión de restablecimiento del servicio en esa plataforma, y están esperando todavía la estimación de los daños en la vía y la catenaria. Los técnicos de la compañía seguían en la zona esta mañana, pero la vuelta a la circulación de los trenes ha relantizado su trabajo.

La locomotora que se estrelló el miércoles por la noche ha atraído esta mañana a un gran número de curiosos que querían observar y fotografiar el lugar del siniestro antes de que el tren sea retirado. En Androis se escuchaba más gente hablar en inglés o alemán que en español o en gallego. "Empiezo a estar harto de tanta gente", decía Jesús, un anciano del lugar, mientras observaba los trabajos en las vías. Androis espera con ganas la vuelta a la normalidad.

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