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PRIMARIAS ANDALUZAS

Susana Díaz se perfila como la única candidata de las primarias andaluzas

Los otros aspirantes admiten la dificultad de sumar a tiempo los avales requeridos El alcalde de Jun anuncia la creación de una corriente crítica interna

Lourdes Lucio

A las ocho de este miércoles los aspirantes a optar como candidatos socialistas a la presidencia de la Junta de Andalucía tienen que registrar al menos 6.860 avales de sus compañeros. Solo “un milagro”, según opina una de las candidaturas, permitirá que tres de los cuatro pretendientes logren recabar esos apoyos en un proceso que se inició hace 28 días, 24 horas después de que José Antonio Griñán anunciara en el Parlamento autónomo su decisión de no ser el cartel electoral del PSOE. La aspirante favorita, Susana Díaz, se perfila como la única candidata a las primarias, por lo que los 45.733 militantes del PSOE andaluz no podrán votar en urna y Díaz será proclama candidata oficial antes que acabe el mes.

Eso será así si no se produce “el milagro”, afirman desde el entorno de Luis Planas; o un “milagrito”, según admite el también aspirante y alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez Salas, que ayer estaba muy animado tras recibir “un maletón” lleno de avales. Hay un cuarto en liza, un militante de Torrox llamado Marcos Encinas, del que ni hay ni se esperan noticias.

Susana Díaz ha hecho una campaña con un registro distinto del de sus compañeros. Más ya como presidenta de la Junta que como postulante a serlo. Los grandes actos de la agenda del Gobierno andaluz los ha protagonizado ella, mientas Griñán se ha situado en un segundo plano con una agenda más protocolaria que política, un poco en posición de reina madre.

Díaz ha llenado los actos con militantes en los que ha participado; se ha recorrido Andalucía de punta a punta y a una considerable velocidad que más bien parecía una ficha de tres en raya; y ha contado con unas plataformas de apoyo perfectamente organizadas, sincronizadas y nada improvisadas. Un trabajo, en definitiva, propio de una persona que conoce muy bien a su formación política y que además es una experta en estas batallas internas porque ha sido secretaria de Organización de casi todo. Ha tenido el apoyo del aparato regional —y el aparato del PSOE de Andalucía es mucho aparato— y el de los aparatos provinciales. También el de la práctica totalidad de los consejeros del Gobierno autónomo.

Su discurso no ha variado desde que el primer día llenó a reventar un salón de un hotel de Antequera. El sitio se quedó pequeño y ya con eso lo dejo dicho casi todo. Ha repetido hasta la saciedad que representa el cambio y un “tiempo nuevo”, que quiere un partido “unido” y que es necesario prestigiar la política. De ahí ha sido muy difícil sacarla.

El equipo de Díaz asegura que la también consejera de la Presidencia y secretaria general del PSOE de Sevilla ha cosechado entre 15.000 y 20.000 avales. Hoy se sabrá cuando a partir de las ocho de la tarde —ella lo hará media hora antes— registren las firmas en la sede regional de San Vicente. Cuando las entregue celebrará un mitin al aire libre al que han convocado a muchos alcaldes. Díaz —que es una planificadora nata en el medio y largo plazo— ya está trabajando en su siguiente meta: las elecciones municipales de 2015.

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Los otros aspirantes mantenían la esperanza de que las promesas de avales se tradujeran en rúbricas contantes y sonantes, aunque reconocían la dificultad de la empresa por la falta de tiempo que han tenido.

El consejero de Agricultura, Luis Planas, ha hecho una campaña con un grupo de amigos, al que se le han sumado algunos críticos de todas las provincias. Ningún miembro del Ejecutivo andaluz ha dicho que le apoya; tampoco ningún secretario general provincial; y ni tan siquiera el de su agrupación local de Córdoba (su localidad) tuvo la cortesía de acudir al acto de su presentación ante cien personas. Planas ha ido llenando de agua poco a poco la piscina a la que se tiró el 1 de julio cuando anunció su candidatura, algo que dejó asombrados a los oficialistas y a los críticos. Si lo ha conseguido se sabrá hoy, pero a lo largo de estos días no se ha cansado de destacar la desigualdad de medios con los que ha participado en esta competición, donde ha acuñado la frase “sin urnas no hay primarias” y ha comparado su “trabajo artesanal” de pedir avales al del pescador que utiliza una caña, frente a los barcos que emplean redes de arrastre. Se ha descrito como una persona “solvente” y “con experiencia” para ser presidente. Si no lo logra una de las incógnitas que se plantea es hasta cuándo seguirá en el Gobierno andaluz, donde es consejero de Agricultura.

Probablemente, el alcalde de Jun haya obtenido más avales que Planas. Rodríguez Salas se ha volcado en las redes sociales, donde ha recabado muchos apoyos, aunque la comisión de garantías electorales del PSOE no le ha admitido que los pueda presentar por vía telemática. Ayer reconocía que “casi” alcanzaba las firmas requeridas. Intentó, sin éxito, que un juez suspendiera el proceso por defecto de forma en la convocatoria. El alcalde tuitero no se retirará de la escena regional si no logra los apoyos: anuncia la constitución de una corriente crítica ante la “necesidad de un cambio en el PSOE andaluz”.

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