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El Ayuntamiento de Madrid cede su obra más valiosa al Museo del Prado

Traspasa una Virgen de Berruguete con la oposición de los conservadores A cambio, exhibe 48 obras de ese museo en las colecciones municipales

'La Virgen de la Leche' de Pedro de Berruguete.
'La Virgen de la Leche' de Pedro de Berruguete.

El Ayuntamiento de Madrid firmará el 23 de julio un contrato para ceder de forma gratuita al Museo del Prado durante al menos cinco años la obra más valiosa de la colección de arte municipal, La Virgen de la Leche,de Pedro de Berruguete (1445-1503), que se exhibe actualmente en el Museo de los Orígenes (la antigua Casa de San Isidro, en la plaza de San Andrés). El comodato cuenta con un informe en contra de los conservadores de la pinacoteca municipal, que el concejal de Las Artes, Pedro Corral (PP), atribuye al “afecto y cariño” que le tienen a la colección, puesto que, en su opinión, no existe “razón objetiva” para recomendar, como hacen, que no se realice la cesión.

“La Virgen de la Leche es una obra magnífica. Ante la petición del Prado, que está reordenando sus salas de pintura renacentista y le va a dedicar un espacio señalado a Berruguete, nos pareció que merecía la pena hacer esa aportación”, explica el concejal de Las Artes. “La cesión se inscribe en la normal relación entre instituciones sobre préstamos de obras”, añade. El Prado tiene ahora cedidas de forma indefinida 40 obras en el Museo de Historia de Madrid (en la calle de Fuencarral), a las que en breve se sumarán otras ocho. “No se trata solo de cantidad. La tabla de Berruguete es tan excepcional y singular que habría que dedicarle una sala específica; rompe el sentido museográfico de la pinacoteca municipal. El Prado cede en cambio otras que sí se inscriben en la línea de la institución: son retratos de personajes de la villa y corte, paisajes y escenas costumbristas de Madrid”, asegura Corral.

'Felipe V', de Hyacinthe Rigaud (1701).
'Felipe V', de Hyacinthe Rigaud (1701).

Entre estas cesiones, hay cinco obras de José del Castillo, cuatro de Ramón Bayeu y Subías, dos de Ginés de Aguirre y dos de Michel-Ange Houasse. Las ocho nuevas que se incorporarán en breve son un lienzo del taller de Diego Velázquez (El príncipe Baltasar Carlos, 1635), un retrato de Carlos V y Felipe II de Antonio Arias (1639-1940), y un lienzo de Felipe V por Hyacinthe Rigaud en 1701.

Parece plausible que, dentro de cinco años, se prorrogue la cesión al Prado de la obra de Berruguete, puesto que no se está preparando un espacio específico en los museos municipales para albergarla. El Ayuntamiento contaba hasta el año pasado con tres centros muy similares en concepción: el de los Orígenes, el de Historia de Madrid y el de la Ciudad. Este último fue clausurado en verano de 2012 por “la falta de calidad” de su colección y las carencias presupuestarias del Ayuntamiento. El Museo de Historia de Madrid está cerrado por obras desde 2008; la reapertura se ha ido aplazando precisamente por falta de dinero, pero el gobierno municipal considera su “objetivo prioritario” abrirlo en un año.

“Lo vamos a reinaugurar en 2014”, confirma ahora el concejal de Las Artes, “y las obras cedidas por el Prado nos vienen como anillo al dedo porque encajan perfectamente con el relato que queremos aportar al visitante sobre la vida en la ciudad en el transcurso de los siglos”. La obra de Berruguete, en cambio, “casi queda al margen del sentido museográfico”, añade. “Es una tabla muy relevante de nuestra colección”, admite, y a ello achaca que los conservadores “vean más plausible que se quede en el museo”.

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UPyD: “El PP deja morir los museos por falta de interés”

La concejal de UPyD Patricia García asegura: “El Ayuntamiento de Madrid debe tener una política para sus museos municipales, pero nos da la impresión de que lo que está haciendo es dejarlos morir poco a poco, por falta de dinero y, sobre todo, por falta de interés. Recordemos: el Museo de la Ciudad está clausurado; el de Arte Contemporáneo, cerrado; el de Historia de Madrid, esperando su reapertura; y el de los Orígenes, olvidado. La obligación de los responsables municipales es defender el patrimonio de la ciudad y trabajar por su difusión; no desvalijar sus museos”.

“En este caso, los responsables municipales se saltan la opinión de los que realmente conocen las colecciones de estos museos, los técnicos, para primar una decisión política”, añade la concejal de UPyD. “El resultado es que el Museo de los Orígenes pierde una de sus joyas, que todos los madrileños podían contemplar gratis, y el cuadro se va al Prado, donde la entrada cuesta 14 euros. Se puede interpretar como una consecuencia más de concebir la cultura como una mera atracción turística: a veces da la impresión de que el equipo de Gobierno del Partido Popular está empeñado en dar realce al eje Prado-Recoletos a costa de olvidar el resto de la ciudad. Es una postura elitista e, insisto, excesivamente enfocada al turismo”.

“Pero era muy difícil responder con una negativa al Prado. Todo lo que podamos hacer por enriquecer esa institución, que recibe tres millones de visitantes al año y es una de las grandes factorías culturales, será poco. Negarnos habría sido muy difícil de explicar, máxime porque la obra se queda en Madrid”, añade el concejal.

Corral descarta incluso que vaya a pasar inadvertida en una pinacoteca de tanta relevancia, y aventura que podría convertirse en “una gran estrella de sus salas del Renacimiento”. Y, desde luego, no ve “ninguna razón objetiva” que impida su cesión, puesto que su conservación será igual o mejor si cabe en su nueva sede.

Juan José Herrera de la Muela, nombrado este año director municipal de Museos, coincide en restar importancia “al problema, si se puede llamar así, de la ubicación”. “La cesión a El Prado es la solución óptima, pues allí estará contextualizada”, explica.

En su opinión, el Museo de los Orígenes no se verá dañado por su salida “porque vendrán otras obras”. Considera, además, que la tabla de Berruguete no está aún consolidada en la colección municipal, puesto que se identificó en los años cincuenta y se ignora aún su procedencia. “Se dice que apareció en el hospital de La Latina o en los depósitos provenientes de la Guerra Civil. Es una obra muy singular, con una personalidad muy fuerte, y uno de los grandes tesoros que posee el Ayuntamiento. Pero no está en su sitio. Ha colgado del despacho del alcalde Enrique Tierno Galván, que la trasladó junto con otras de valor al Museo de Historia de Madrid, de donde pasó al Museo de los Orígenes. Pero no se corresponde con la línea de ninguno de los dos”, asegura.

Respecto al informe en contra de los técnicos, concluye: “A los conservadores les cuesta mucho desprenderse de obras de arte aunque sea de forma temporal y con todas las garantías. Pero no aprecio en su documento ninguna razón de peso, solo vi un énfasis en todas las garantías por las que debía regirse el traslado, que se han cumplido, puesto que el destinatario no podría ser mejor que el Museo del Prado”.

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