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GIPUZKOA

Bildu lanza el mayor desafío para la paralización de la incineradora

El Consorcio de Residuos de Gipuzkoa suspende la ejecución de la planta

Momento de la manifestación convocada este viernes en Ordizia contra el sistema de recogida de basuras puerta a puerta.
Momento de la manifestación convocada este viernes en Ordizia contra el sistema de recogida de basuras puerta a puerta.JAVIER HERNÁNDEZ

“Hoy es un gran día para Gipuzkoa porque hemos dado un primer paso definitivo para dar fin al proyecto de la incineradora”. La presidenta del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK), Ainhoa Intxaurraundieta, ufana, anunció ayer, en el solar en el que se supone se tendría que levantar la planta, la decisión del organismo de suspender la ejecución de las obras de la incineradora de Zubieta. El organismo, según detalló su responsable, sustenta su órdago en que “el proyecto no cumple la normativa medioambiental exigida y así se ha informado al Gobierno vasco”.

GHK, en manos de Bildu, lanza con su decisión el mayor desafío que hasta ahora ha urdido para enterrar un proyecto que los principales grupos de la oposición en Gipuzkoa consideran imprescindible en materia de residuos y paralizado desde que la coalición accedió al poder. “Es evidente que nosotros no queremos hacer la incineradora, y además no se puede hacer, aunque quisiéramos, no se puede hacer”, zanjó Intxaurraundieta.

Desde el Consorcio explicaron que el proyecto, tal y como está licitado, no cumple con la normativa medioambiental exigida por el Gobierno vasco. La Autorización Ambiental Integrada que el Ejecutivo autonómico concedió a la incineradora se expidió sobre un proyecto que ha sido modificado, y por lo tanto, según GHK, queda invalidada, tanto la planta, como el visto bueno medioambiental.

La auditoría

El PSE no sólo denunció ayer que el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa acumula pérdidas de 46 millones de euros, además recordó que por segundo año consecutivo el organismo no ha superado una auditoría efectuada por Deloitte. "Mucho nos tememos que esta entidad tendrá que ser rescatada con dinero público como lo han tenido que ser las entidades financieras", apuntó Itxaso. Por el contrario, la presidenta de GHK, Ainhoa Intxaurraundieta, negó que la compañía hubiera suspendido las cuentas del consorcio. "Ni suspende, ni aprueba", argumentó, para continuar que las pérdidas responden a "unas operaciones financieras tóxicas y especulativas que se llevaron a cabo en la anterior legislatura, los famosos contratos swap", respondió a preguntas de los periodistas.

Intxaurraundieta además se mostró confiada en que el Gobierno vasco le dará la razón al Consorcio. “No nos puede decir que [la incineradora] sí cumple los requisitos. Al que se dio permiso era un proyecto y el que se ha licitado es otro totalmente distinto”, apuntó la responsable de GHK preguntada por los periodistas sobre la posibilidad de que el Ejecutivo determine que no hace falta una nueva Autorización Ambiental.

Las tres modificaciones a las que hizo referencia GHK consisten en la construcción de la Planta de Maduración de Escorias en una parcela diferente, la exclusión de la edificación de una infraestructura para el tratamiento de cenizas tóxicas y la elevación en tres metros de la cota de la parcela.

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Tres cambios que desde el PSE consideran nimios y sobre los que están seguros, el Gobierno vasco no pondrá ninguna pega. Para el secretario de Medio Ambiente de la formación, Denis Itxaso, la decisión de la paralización de la ejecución de las obras no es más que una estratagema del GHK para obviar las pérdidas que acumula el organismo. Itxaso denunció ayer que el Consorcio acumula 46 millones de euros de pérdidas, una cifra que se deriva, según el socialista, de la paralización de las obras. “Bildu está tratando de buscar excusas con las que poder defenderse en los tribunales cuando las empresas y los bancos se echen encima de las instituciones guipuzcoanas”, añadió Itxaso, en referencia a las previsibles indemnizaciones que exijan las empresas adjudicatarias de las obras.

Un terreno en el que Intxaurraundieta no quiso entrar y sobre el que se limitó a señalar que la decisión de paralizar las obras “se va a notificar a las empresas”. “Lo que tiene que quedar claro es que estamos defendiendo el dinero de los guipuzcoanos y la economía de Gipuzkoa. Estamos mirando por la salud, el medio ambiente y la economía, y desde luego no vamos a tomar ninguna decisión lesiva”.

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