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Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Una perla

'Capricis', la última coreografía de Àngels Margarit es una de las perlas de la edición del Grec

Una de las perlas de la presente edición del festival Grec es sin duda el estreno de Capricis, la última coreografía de Àngels Margarit para su compañía Mudances. La pieza no defraudó, el público se encontró ante una brillante y rica coreografía sobre la música de los 24 Caprichos de Paganini. El reto no era fácil pero Margarit con maestría y coraje ha creado una magnífica pieza cuyo fluido baile combina la abstracción y el gesto minimalista con la emoción, en la línea de Next, su anterior obra. A lo largo de los 70 minutos que dura el espectáculo el público aplaudió en diferentes ocasiones. Al final de Capricislos bravos y los aplausos inundaron el Mercat.

CAPRICIS

Dirección y coreografía de Àngels Margarit; Interpretacion de Cía. Mudances; Música de los Caprichos de Paganini, grabación de Salvatore Accardo; Interpretados en directo los núms. 2, 9 y 24 por el concertino Kai Gleusteen. Diseño de iluminación de Cube.bz. Vestuario de Ariadna Papió. Mercat de les Flors. Barcelona. Festival Grec. Hasta hoy sábado

Margarit con talento y convirtiendo la austeridad en elegancia, ha estructurado meticulosamente para baile los Caprichos, considerada una de las piezas técnicamente más complejas escritas para violín. En un espacio escénico desnudo, doce bailarines vestidos de blanco van traduciendo a través de sus cuerpos la compleja y rica partitura, logrando que la riqueza musical coincida con la riqueza gestual.

Los diferentess Caprichos, que tienen una duración de un minuto veinte hasta seis minutos cuarenta se bailan sin orden de número. El trabajo coral e individual de los intérpretes exhibe un fecundo y ágil baile, que destila múltiples combinaciones. La única objeción sería qué se trata de correctos bailarines pero en proceso de maduración artística. Les falta personalidad escénica.

Algo que fue muy evidente cuando Margarit bailó el Capricho núm 2. Fragmento que fue interpretado en directo por Kai Gleusteen, concertino de la Orquesta del Gran Teatro del Liceo. La coreógrafa logró con su calidad y madurez de movimiento cortar la respiración del espectador.

Al final el 24 Capricho, que también fue interpretado en directo por Gleusteen, fue bailado por toda la compañía, logrando unos de los momentos más bellos de la velada.

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