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Ana Murugarren rueda en Bilbao una película sobre adopciones fraudulentas

Nora Navas, protagonista de 'Pa negre', interpreta en 'Tres mentiras' a una mujer empeñada en buscar su identidad

La directora Ana Murugarren, en el centro, en un descanso del rodaje de 'Tres mentiras' en Bilbao.
La directora Ana Murugarren, en el centro, en un descanso del rodaje de 'Tres mentiras' en Bilbao.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

Las imponentes escaleras centrales del edificio de Aduanas, en Bilbao, ya fuera de uso administrativo, son estos días un ajetreado set de rodaje. Se han convertido en el palacio de Justicia donde transcurre parte de la trama de la película Tres mentiras, una historia sobre adopciones fraudulentas que dirige Ana Murugarren. Es el mismo espacio donde rodó en 2011 la última escena de El precio de la libertad, una miniserie para televisión sobre los años de juventud de Mario Onaindia. Las dos películas tienen también en común que el guión fue escrito por Luis Marías.

En el edificio de Aduanas está también el despacho del juez al que se dirigen los actores Nora Navas y Mikel Losada. Navas, Concha de Plata en el Festival de San Sebastián y Goya a Mejor Actriz por su trabajo en Pa negre, interpreta a Violeta, una mujer que a los 40 años descubre por boca de su madre adoptiva que fue comprada en Bilbao a una chica que pasó casi todo el embarazo escondida en un piso de Bilbao. Losada es el ertzaina que le ayuda a investigar lo qué paso y a aclarar su pasado, en una historia en la que se mezcla el drama, el thriller y los toques de humor. La directora avisa de que el escenario de El precio de la libertad no se reconocerá en Tres mentiras; tampoco el personaje de Navas se parecerá al que interpretó en Pa negre. "No hay nada del estilo ni de la tristeza de la posguerra; es una mujer moderna, con una sonrisa impresionante", explica.

Nora Navas en el rodaje de 'Tres mentiras'.
Nora Navas en el rodaje de 'Tres mentiras'.

El productor de la película, Joaquín Trincado, dice que en la protagonista de Tres mentiras hay mucho de la Erin Brockovich de la película de Steven Soderbergh, que con su coraje y determinación resuelve una película sobre las terribles consecuencias de un caso de contaminación del agua en California. "La energía de Violeta es la que mueve la película", añade Trincado. A Navas la comparación con Erin Brockovich, un papel que mereció el oscar a la mejor actriz para Julia Roberts, le gusta. "Tienen la misma fuerza", explica. "El motor de esa fuerza en Tres mentiras es la búsqueda de sus origenes".

La trama arranca con la confesión de la madre adoptiva de Violeta: no es su hija natural sino que llegó a sus manos tras pagar por conseguirla. El personaje de Navas emprende la investigación de lo ocurrido y busca la ayuda de un agente de la Unidad de desaparecidos de la Ertzaintza (Mikel Losada).

Las tres mentiras de las que habla el título son las tres chicas embazadas sin desearlo en la década de los 70, que coinciden en un piso en Bilbao, en que vivían hasta que daban a luz y sus niños eran comprados por las familias que querían adoptarlos. La película salta desde la época actual a 1971 para mostrar cómo vivían las adolescentes embarazadas recluidas para ocultarlo, tres chicas de orígenes sociales y familiares muy diferentes.

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Violeta, con el cuerpo cubierto de tatuajes, es una mujer con ideas claras. Cuando descubre la gran mentira sobre su origen familiar todo se tambalea, pero el personaje sale adelante transmitiendo sentimientos positivos en medio de una historia terrible. La lucha por saber quién era su verdadera madre acaba cambiándola. "Al final de la historia Violeta es más dulce", explica . Pierde la coraza".  

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