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Opositar con WhatsApp

Los denunciantes afirman que se consintió consultar las respuestas con la tablet y el móvil La Síndica de Barcelona recibe medio centenar de denuncias en menos de un día PSC y PP pedirán repetir la prueba si no se aclara lo sucedido durante el examen

Àngels Piñol
Una pareja de guardias urbanos, en una calle de Barcelona.
Una pareja de guardias urbanos, en una calle de Barcelona.Gianluca Battista

Opositor. Avia accentuat.

 X. Sííí, accent!

O. Països amb dieresi i xinesos amb una s.

X. Correcto. Lo demás está bien.

O. Soy muy malo para esto. Gracias”.

Este es el extracto de una conversación en WhatsApp que mantuvieron el sábado un opositor a miembro de la Guardia Urbana con una persona del exterior que le ayudó en el examen teórico que realizaron 7.300 ciudadanos para aspirar a unas de las 113 plazas que han salido a concurso. El diálogo, difundido en Els matins, de TV3, culminó la denuncia de un afectado que aseguró que la prueba fue un caos absoluto y que quienes vigilaban las pruebas consintieron que se copiara.

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Yo tenía a un opositor a mi lado que consultaba las respuestas con el móvil", dice un afectado

Omar Artigot, uno de los opositores, reveló que el examen contenía dos pruebas y que en la segunda disponían de hora y media para completarla. Cuando habían transcurrido 60 minutos, varios aspirantes se levantaron de los pupitres entraron y salieron para ir al cuarto de baño y empezaron a verse sobre las mesas móviles y iPads. “Yo tenía al lado mío a una persona que iba preguntando las respuestas a través del móvil y nadie le dijo nada”, afirmó el joven, de Tarragona, que calcula que al menos hay 200 opositores que comparten su indignación y a quienes ha convocado esta mañana en la plaça de Sant Jaume. Su objetivo es que se investiguen a fondo las anomalías.

La revelación de Artigot fue confirmada después por la Síndica de Barcelona, Assumpció Vilà, que certificó que recibió en 24 horas 50 reclamaciones por el caos y la facilidad con la que se pudo copiar con el uso de Internet y tablets para hacer cálculos matemáticos. La mayoría pidió que se repita la prueba. Uno de los denunciantes detalló que uno de los momentos de mayor confusión se produjo en el momento de entregar los ejercicios: se creó tal barrera humana alrededor de la mesa que permitió copiar a muchos aspirantes.

Tras estallar el escándalo, el Ayuntamiento de Barcelona anunció que abrirá una investigación y que el tribunal de la oposición se reunirá para verificar si son ciertas las anomalías denunciadas. Las personas que vigilaban los ejercicios, que se celebraron en la Universitat Pompeu Fabra y en facultades de la zona universitaria de la Universitat de Barcelona, eran todas funcionarias. Un portavoz municipal subrayó que todavía no habían aclarado si hubo un descontrol generalizado o si bien las irregularidades se cometieron en unas aulas determinadas. El Consistorio advirtió de que si se reúnen pruebas quienes copiaron podrán ser expulsados del proceso de selección—quedan aún las pruebas físicas y las psicotécnicas— y se actuará contra los funcionarios.

El PSC y PP deploran las irregularidades y CCOO denuncian anomalías  "muy serias"

Sin embargo, el portavoz municipal recalcó que ningún opositor se quejó de las anomalías al entregar los exámenes. Esta versión contrasta con el sinfín de testimonios que corroboran que se pudo copiar sin dificultad o bien mediante medios electrónicos o consultando las respuestas con otros compañeros. Las redes sociales difundieron los incidentes e incluso en la conversación de WhatsApp citada con anterioridad ya se recogía que en el Facebook de la Guardia Urbana se incluían comentarios de indignación sobre la oposición.

La síndica de Barcelona ha abierto una investigación de oficio y ha advertido que en el caso de que se puedan verificar las incidencias las considerará “muy graves”. Los afectados han trasladado a Vilà el perjuicio que les han causado al llevar meses preparando la prueba. Uno de ellos había optado al examen para cambiar de cuerpo policial. Las quejas no se quedan ahí: los opositores se quejan de que no se respetó tampoco el criterio de contenido del examen cuando en las bases se estableció que el 50% debía ser de cuestiones culturales y el otro 50% de actualidad.

El PSC y el PP mostraron su perplejidad por lo ocurrido. “Es inaudito y supone un desprestigio para el cuerpo de la Guardia Urbana”, señaló la socialista Assumpta Escarp, que afeó al Ayuntamiento que intente sacudirse cualquier responsabilidad trasladándola al tribunal cuando es el principal organizador de la oposición. Alberto Fernández Díaz, presidente del Grupo Popular en el Ayuntamiento, y Escarp instaron al alcalde Xavier Trias a repetir la prueba si se confirman las irregularidades y el Consistorio no aclara lo ocurrido.

El sindicato CCOO invitó a los afectados a denunciar lo sucedido. Según la información reunida por esta central, se produjeron un rosario de incidencias: el hacinamiento de las aulas; incumplimiento de los horarios —una de las pruebas empezó con 20 minutos de retraso y se permitió el acceso a opositores fuera de hora—; la falta de supervisión por parte de los vigilantes de que se apagaran los móviles —solo se les aconsejó que se pusieran en silencio—; falta de personal para evitar que se copiara; no se habilitó ninguna zona para depositar los objetos de los opositores y se permitió el uso de dispositivos móviles y fotografiar exámenes. Xavier Miró, uno de los afectados, explicó que cuando concluyó la prueba alertó a una de las personas que vigilaban que alguno de los aspirantes estaban copiando con una pavorosa facilidad con un cuaderno sobre la mesa. “Le dije: Esto es serio: es una oposición'”, relató el afectado. Y el funcionario, según contó, le respondió: “Ya hemos dicho que no se podía copiar”.

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