_
_
_
_
_

Cuando Rusia toma el sol

Los rusos, entusiastas de la playa y las compras, animan el sector inmobiliario de la costa malagueña

Un grupo de turistas rusos a su llegada al aeropuerto de Málaga.
Un grupo de turistas rusos a su llegada al aeropuerto de Málaga.García-Santos

María Wibberley trabaja desde hace un año en una radio de Marbella que emite en ruso para el área que limita geográficamente Fuengirola y Gibraltar. La parrilla de contenidos la llenan noticias de actualidad, cultura, informaciones inmobiliarias y de servicios y mucha música, con un guiño especial a los artistas españoles y rusos. “Vienen muchos turistas y tenemos que educarlos, contar qué pueden hacer”, explica Wibberley. Los visitantes de esta nacionalidad se han disparado en la Costa del Sol, pero no se trata solo de pasar unos días de vacaciones. La colonia de residentes avanza poco a poco y el conocido como triángulo de oro (Marbella, Benahavís y Estepona) es objeto de deseo de la nueva clase media-alta rusa y de las grandes fortunas. Los rusos son sinónimo de dinero, especialmente en estos tiempos de crisis. La playa y las compras son las aficiones favoritas de un público con una capacidad de gasto enorme.

En Málaga hay empadronados 4.171 nativos de la Federación Rusa, aunque varias fuentes estiman que unas 20.000 personas de ese país han fijado su residencia habitual o su segunda vivienda en la provincia. Según la Asociación Provincial de Constructores y Promotores, los rusos se hicieron con el 8,45% de los 4.974 inmuebles adquiridos por ciudadanos extranjeros en Málaga en 2012, frente al 5% del año anterior, cuando hubo menos contratos (4.009). Es decir, las ventas se duplicaron en el último ejercicio. El país ya es tercero en la clasificación de operaciones, detrás de Reino Unido y Noruega, y ha adelantado incluso a Alemania.

El país ya es tercero en la clasificación de operaciones, detrás de Reino Unido y Noruega, y ha adelantado incluso a Alemania

El litoral malagueño ya vivió un boom de ciudadanos de la ex república soviética a finales de la década de los 90 del siglo pasado. El fenómeno se frenó y ahora resurge con fuerza. “Tienen dinero y quieren invertir, y con la caída de los precios hay muchas oportunidades”, apunta Ricardo Sánchez Bocanegra, presidente de la Federación de Asociaciones de Extranjeros de la Costa del Sol.

Están aprovechando las gangas que ha dejado la crisis y se hacen con productos de calidad por 200.000 euros. Un precio más que asequible para ellos. Pero el valor medio de sus adquisiciones supera los 500.000 euros, sobre todo en Marbella. Los rusos llevan mucha ventaja en los productos inmobiliarios de alta gama. Son vecinos habituales de La Zagaleta, Sierra Blanca y Villapadierna, urbanizaciones de lujo extremo en las que el precio de la vivienda puede dispararse por encima de los seis millones de euros. “Casi todo lo que había en venta a ese nivel lo han comprado los rusos”, explica Ricardo Arranz, presidente de la Asociación Nacional de Urbanizadores y Turismo Residencial.

Son devotos de las boutiques y joyerías de Puerto Banús y de El Corte Inglés. “Es el cliente ideal, sabe exactamente lo que quiere”, apunta Gaël Vignon, director de Marketing Internacional y Turismo para Andalucía Oriental de la gran superficie. El ruso agradece el trato personalizado, pero sin exageraciones, y tiene las ideas muy claras. Es conocedor de las marcas y está al tanto de todas las novedades. El Corte Inglés de Puerto Banús cuenta con un equipo de intérpretes con tres empleados de esta nacionalidad y dispone de una sección con productos de alimentación rusos y de una librería con títulos en su idioma. Las cifras invitan a adaptarse. Este cliente representa el 40% de la facturación de la venta a extranjeros en este centro y su gasto es entre seis y ocho veces superior a la media. Las cifras han crecido un 30% y las expectativas para 2014 son “muy buenas”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los nuevos inquilinos no sólo buscan ocio y existe interés por invertir en negocios. Es el caso de Olga Kharitonova. Visitó España por primera vez en 2006 junto a su familia y decidió quedarse. “Entendimos que era el lugar idóneo para vivir y educar a nuestros cuatro hijos”, cuenta. Su marido y ella compraron una casa, matricularon a los niños en un colegio privado internacional y montaron una inmobiliaria. En 2009 se hicieron con un pequeño hotel ubicado en el centro de Marbella y hace dos años adquirieron un club de tenis en la zona de El Rosario, el Royal Tennis Club Marbella, reformado con una fuerte inversión y que ahora intentan promocionar en el ámbito internacional.

Los viajeros procedentes de este país crecieron un 20% en 2012

El tenis es uno de los deportes habituales entre los rusos. Son consumidores del turismo de salud y de las terapias de cuidado personal y gastan fortunas en los clubes de playa. El perfil de los compradores de viviendas de la Costa del Sol es variado. Los inversores son dueños de cadenas hoteleras y restaurantes, propietarios de centros comerciales o de bodegas de vodka y ejecutivos de la industria automovilística. Los cabeza de familia van y vienen a Rusia para continuar con sus negocios, aunque cada vez residen más tiempo en Málaga y utilizan Internet para estar conectados con Rusia.

Es el cliente que más interesa desde el punto de vista residencial, pero también desde la perspectiva turística. Los viajeros procedentes de este país crecieron un 20% en 2012, un buen dato que, sin embargo, se situó por debajo de la media nacional. Pero la estadística ha cambiado en lo que va de año y Andalucía registró entre enero y mayo un incremento del 40% en el número de viajeros (hasta los 36.990), por encima del resto del país (26%). El consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, destaca el cambio de tendencia. La Junta, que ha diseñado un plan con acciones específicas para este mercado emergente, abrirá en septiembre una oficina permanente en Moscú.

De la alfombra roja a los templos ortodoxos

Es posible que muy poca gente en España reconozca el nombre de Natalia Podolskaia, la artista que representó a Rusia en Eurovisión en 2005. Pero entre los rusoparlantes que viven en la Costa del Sol goza de buena fama y la cantante actuará el próximo 6 de agosto en Marbella en uno de los días dedicados a la comunidad rusa en el Starlite Festival. El evento del verano, que alberga la cena benéfica apadrinada por Antonio Banderas (será el 10 de agosto, el día del cumpleaños del actor), no se queda al margen del peso de este público y acogerá dos jornadas con actuaciones de los principales artistas de las ex repúblicas soviéticas. Además de Rusia, Ucrania, Georgia, Armenia y Kazajstan serán los protagonistas.

El festival ofrecerá una programación diaria entre el 23 de julio y el 24 de agosto, con más de una docena de conciertos de artistas de talla nacional e internacional. Habrá desfiles de moda, exposiciones de arte y estrenos cinematográficos. Y en medio se celebrarán los fastos dedicados a la comunidad rusa. Se han programados varios espectáculos, la fiesta para conmemorar el primer aniversario de la Rusradio Marbella y la presentación de la edición de 2014 del Marbella Russian Film Festival. Porque los rusos tienen en Marbella hasta un festival de cine, con alfombra roja incluida. Se celebró por primera vez en enero pasado, con ocho películas a concurso, y nació con vocación de continuidad. Su objetivo es simple: que los residentes rusos disfruten de su cine y que la población española se acerque un poco más a esta cultura. En su primera convocatoria se acreditaron diez medios de comunicación rusos y por el photocall desfilaron algunos de los artistas de renombre de este país.

En todo el litoral hay furor por lo ruso y cada vez son más habituales las actividades, públicas o privadas, destinadas a este público. Las administraciones están entregadas y aprovechan cualquier oportunidad para promocionar su destino. Coincidiendo con el festival de cine, la marca Andalucía se proyectó durante un mes en 24 pantallas instaladas en el centro de Moscú.

Pero no sólo se dan facilidades desde el ámbito local y regional. El anuncio del Gobierno de que facilitará el permiso de residencia a los extranjeros no comunitarios que compren viviendas por encima de los 500.000 euros (inicialmente dijo que serían 160.000) está claramente enfocado al mercado ruso. También al chino, otro país que empieza a destacar en la emisión de viajeros. El sector del turismo residencial recibe la iniciativa con grandes expectativas y pide agilizarla y aprobarla lo antes posible.

La Costa del Sol puede tener en no demasiado tiempo dos templos para el culto ortodoxo.

El proyecto de Marbella está muy avanzado. El Ayuntamiento ha cedido a la Fundación Iniciativa Ortodoxa una parcela de 2.500 metros cuadrados para levantar una iglesia que requiere una inversión de entre dos y tres millones de euros. El dinero se recaudará con donativos privados de los creyentes y si las previsiones no fallan, el proyecto culminará en 2015. En Benahavís, en un suelo ubicado al sur de La Zagaleta, lindando con Marbella, existe otro plan similar. Ahora está en trámites y lo promueve la Fundación Imperial Rusa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_