De la operación Roca a Mas
La experiencia histórica enseña mucho más sobre la política que cualquier ideología. Como suma de tantos movimientos erróneos, Artur Mas está en un callejón sin salida y lo que pretende es que el Estado le dé un margen mientras él sigue tirando piedras al tejado. En otros casos, CiU actuó con mayor horizonte y con un cálculo de intereses más idóneo. Por ejemplo, la Operación Roca. Ante la fortaleza electoral de Felipe González, la Operación Roca fue diseñada y financiada en notable abundancia para que no fuese posible otra mayoría absoluta del PSOE. La derecha económica no confiaba en las posibilidades de Fraga en las urnas y la UCD se había hundido en el estrépito después de haber gobernado venturosamente en los años clave de la transición democrática.
El presidente de la Generalitat está perdiendo el voto centrista de la clase media catalana que prefiere la estabilidad a la aventura
Como Partido Reformista, la Operación Roca integró algunas primeras espadas de la desaparecida UCD, a personalidades de la vida pública en general y contó con las simpatías de opinantes, grupos mediáticos y núcleos intelectuales. Fundado en 1984, el Partido Reformista acudió a las urnas en 1986 y no tuvo un solo escaño, pero lo que hoy viene a cuento es que en Catalunya CiU pasó de 12 a 18 escaños en la Carrera de San Jerónimo. Al absorber gran parte de los votos que había obtenido antes la UCD de Suárez en Catalunya, CiU obtuvo la confianza de un votante que no era nacionalista pero que deseaba votar centro. Por el contrario, Artur Mas está perdiendo el voto centrista de la clase media catalana que prefiere la estabilidad a la aventura, que no quiere arriesgarse a quedar fuera de la Unión Europea y que desea castigar la corrupción.
Había un socio a mano para Miquel Roca y era el nuevo CDS de Adolfo Suárez. La versión de Adolfo Suárez es que Roca le sugirió que, a cambio de no presentar candidato en el territorio catalán de CiU, el CDS podría hacer las listas a su antojo en el resto de España. Suárez no aceptó porque creía que un partido como el suyo debía presentarse en toda España. Sin duda, la fórmula bávara en la que la democracia cristiana alemana iba a las elecciones en alianza con los conservadores bávaros de Strauss es practicable con un partido de implantación territorial pero explícitamente sin la voluntad nacionalista que en cualquier momento reclame un Estado, como se está comprobando.
Mas está perdiendo muchos votos porque su apuesta secesionista solo ha servido para que la alternancia sea ERC
La articulación de la Operación Roca recordaba rasgos de la CEDA en el sentido de aliarse con grupos regionales como Coalición Gallega y la Unió Mallorquina que entonces lideraba Jeroni Albertí y cuya cúpula entra y sale de los tribunales. Su coaligado en Galicia, Coalición Gallega, sí tuvo un escaño pero desde entonces su supervivencia ha sido procelosa. Dicho sea de paso, del “jumelage” convergente con Unió Mallorquina nació una relación política que —según se desprende de la reciente declaración judicial del exconsejero Pujals— pudo tener vertientes económicas.
Algo habrá pasado, algo extremo y arcano, entre aquella Operación Roca y la llegada de Artur Mas al poder para que la Convergència que tantos votos tuvo entonces hoy esté siendo sobrepasada por ERC, según las encuestas. Si CiU mejoró tanto en escaños con la Operación Roca, es decir, con un programa de reformismo conjunto liderado por un padre de la Constitución, con Mas está perdiendo muchos votos porque su apuesta secesionista solo ha servido para que la alternancia sea ERC, con un efecto disociador en Catalunya. Es detectable que a Ciutadans le llegan votos de CiU, votos que prefieren votar a Alberto Rivera antes que al PP. Desatender los cambios sociales que larvan en la sociedad catalana no ha sido el menor de los errores de Mas. El constitucionalista Luigi Ferrajoli habla de la responsabilidad de Berlusconi en la caída del valor de la Constitución en el sentido común. Algo así ocurre con Artur Mas, artífice de un debilitamiento constitucional en Catalunya a cambio de un Estado sin valor jurídico y reubicado en el extrarradio de la Unión Europea.
Valentí Puig es escritor.
