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El órgano de la iglesia de Vicálvaro vuelve a vibrar

Una asociación de vecinos compra un instrumento de tubos para sustituir al que desapareció en la Guerra Civil

Algunos de los vecinos de Vicálvaro que han colaborado en la compra del órgano.
Algunos de los vecinos de Vicálvaro que han colaborado en la compra del órgano.CRISTOBAL MANUEL

La Guerra Civil Española casi destruye por completo la parroquia de Santa María La Antigua de Vicálvaro. Quemó el retablo, las sillas, las pinturas y el órgano. Con el tiempo, algunos de estos espacios vacíos se fueron llenando. Pero el hueco del órgano permaneció libre durante 74 años y su iglesia se quedó muda. Una asociación de vecinos del barrio ha querido revertir esta situación. A través de una colecta popular, ha comprado un nuevo instrumento de segunda mano en Alemania, para reponer el antiguo.

Desde 2009, los vecinos pusieron carteles por todo el barrio, vendieron loterías y pidieron donativos a los fieles de la iglesia. No solicitaron la financiación del Ayuntamiento ni de ninguna fundación privada. "Queríamos que esto fuera un movimiento vecinal para que se vea que la gente puede luchar por su patrimonio sin ayuda del Gobierno", dice Valentín González, presidente de la asociación, quien resalta que este sábado se inaugura y se escuchará por primera vez.

En total, el instrumento les costó unos 150.000 euros, de los que han pagado hasta ahora unos dos tercios. Por eso siguen pidiendo la ayuda de todos los vecinos para completar el pago. "Es el único órgano que hay por aquí. Ni en Vallecas ni Moratalaz tienen algo así", dice Salvador Frías, otro de los socios de la asociación. Frías admite también que los jóvenes no han participado mucho en la odisea y atribuye la realización del proyecto a quienes han vivido allí toda la vida. "Los que hemos nacido en Vicálvaro éramos conscientes de que había que reponerlo", recalca Frías.

La idea surgió un año antes cuando Jorge Barsi, un vecino del barrio, propuso que, entre la parroquia y la asociación, se formara una comisión abierta a todos los habitantes del barrio. "Quién iba a decir que el poder eclesiástico y el civil iban a unirse un día", bromea Valentín. Así que todos se pusieron manos a la obra. Primero contactaron con una empresa experta en el tema que encontró en Alemania una iglesia que vendía todos sus enseres porque iba a convertirse en residencia de la tercera edad. Cuando González vio el órgano por primera vez, no le convenció mucho. "Mmm...no lo veía tan bonito", recuerda que pensó. Pero en 2012 compraron el instrumento y finalmente en enero de este año lo trajeron a Vicálvaro. Tardaron tres meses en construirlo. "Imagínate cómo era esto cuando llego, no había forma de cogerlo", exclama Antonio al referirse al montón y desparrame de los miles de piezas que lo componen.

El resultado ha valido la pena. Al presionar una tecla, el eco del sonido se extiende por todo el lugar. “Esta Iglesia tiene mucha sonoridad. Es del año 1530, barroca y perfecta para que la música del órgano se escuche por todas partes”. Para muestra solo falta un botón. Un hombre se sienta frente al piano y da una pequeña muestra de la potencia de las melodías. Hay unas cinco o seis personas alrededor que escuchan embelesadas al tiempo que las notas recorren todas las paredes del lugar. El instrumento, que apenas tiene unos 50 años de edad, se sitúa en una segunda planta de la Iglesia. Desde abajo se aprecia mejor su magnitud. "Mide seis metros y medio de altura y cuatro y medio de ancho. Ocupa casi todo el espacio", dice González.

González enseña una foto del antiguo órgano. “Era muy pequeño y no ocupaba ni la mitad del espacio”, comenta. El primero se construyó en 1770 y se mantuvo en el templo hasta 1936. González dice que no buscarán un nuevo organista oficial. Por el momento, la participación de los voluntarios ha funcionado. “Algunos se han ofrecido a tocar. Próximamente tenemos las fiestas patronales y ya hay gente que está dispuesta a ocupar el lugar de organista”.

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